La Consejería de Agricultura y Agua ha iniciado los tratamientos para el control de la plaga de langosta en parajes de Moratalla, Jumilla y Yecla, con una extensión aproximada de 1.500 hectáreas. El objetivo es evitar que las poblaciones aumenten hasta llegar a la fase gregaria, en la que forman cordones de individuos que pueden ocasionar serios daños en las plantaciones agrícolas.
El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que «se está produciendo en toda España un incremento de los focos de diversas especies de ortópteros, debido al abandono de plantaciones agrícolas».
Sin embargo, apuntó que «la Región de Murcia es una de las menos afectadas», aunque en los últimos años se vienen produciendo focos de langosta «localizados en zonas sin cultivar o en plantaciones de cereales, viñedo y, en menor medida, olivo y almendro en el Altiplano murciano».
Según el responsable autonómico, la especie de langosta predominante en Murcia es la Dociostaurus marocanus, si bien existen otras de menor importancia. La intensidad de los ataques, dijo, «es menor que en campañas anteriores».
La Consejería ha realizado tratamientos aéreos contra los primeros focos detectados, con un insecticida de bajo impacto ambiental que actúa sobre la metamorfosis de los primeros estados ninfales.
García Lidón señaló que «a la hora de realizar estas aplicaciones se han extremado las medidas de protección en torno a parcelas de cultivos ecológicos«, y también se ha alertado a los ganaderos «para establecer los plazos de reinicio del pastoreo».
CARM