Mas de 300 granjeros de pollos procedentes de las zonas productoras más importantes se concentraron ayer ante la sede social de la patronal avícola de la ANPP -Asociación Nacional de Productores de Pollos-, para protestar por la gravísima situación económica en la que se encuentran las explotaciones avícolas y para exigir a las grandes empresas integradoras un acuerdo definitivo sobre el contrato tipo homologado. Una delegación de los concentrados ha entregado un escrito con las reivindicaciones del sector productor a la patronal tras un largo periodo de espera en las escaleras del edificio. UPA y la PAE denuncian que se les haya impedido entrar en la sede de la Interprofesional Propollo, de la que forman parte y no descartan iniciar algún tipo de acción administrativa ante una actuación claramente ilegal de la patronal.
Como se recordará la pasada semana se rompieron todo tipo de negociaciones con la patronal , debido al reiterado incumplimiento de los acuerdos alcanzados en febrero. De no llegar a ningún acuerdo UPA y la PAE continuarán e intensificarán el calendario de movilizaciones que concluiría con un paro general en toda España del sector productor de pollos.
Un informe de la Unión Sectorial Avícola de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ha evaluado las pérdidas económicas para el sector productor de pollos en los primeros 9 meses del año en 22 millones de €uros (3.600 millones de pesetas), mientras que para todo el año 2002 podría alcanzar los 35 millones de €uros (5.800 millones de pesetas), lo que significa una pérdida de renta por explotación de casi 7.000 €uros (1,2 millones de pesetas). Para UPA la situación de grave crisis económica de los granjeros de pollos es directamente achacable a la ausencia de un contrato-tipo para asegurar el funcionamiento normalizado del mercados. El informe de UPA resalta también que las pérdidas acumuladas en los últimos 4 años alcanzan casi 87 millones de €uros lo que hace inviable económicamente la actividad de las 5.000 explotaciones avícolas abocándolas a su desaparecer a corto plazo.
El contrato tipo homologado entre productores y compañías es una de las principales herramientas del Acuerdo Marco para la Modernización y Competitividad de la Avicultura de Carne en España, y ya fue aprobado el pasado mes de febrero, pero las empresas todavía no han trasladado al MAPA el documento aprobado por el sector, empresas incluidas.
El problema de fondo es que, aunque todas las empresas avícolas han firmado el Acuerdo, algunas consideran que vivían mejor en el pasado, antes del Acuerdo Marco, cuando eran ellas las que marcaban unilateralmente los precios. En particular una empresa, que pasó de apoyar públicamente el Acuerdo a olvidarlo tras un cambio en su dirección.
Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura, el subsecretario del Departamento, Manuel Lamela, se comprometió el pasado mes de julio a reformular la redacción de los contratos tipo homologados, vinculándolos a la calidad de la carne y al estudio sectorial del MAPA que recoge los costes de producción de los avicultores.
En relación con el Estatuto Sectorial –la primera herramienta jurídica que vincula, en condiciones de igualdad, a productores e industria–, Lamela aseguró que se pondría en marcha durante el otoño; y en relación a los seguros de asfixia, el compromiso del MAPA sigue siendo que podrán ser contratados en 2003.
Una serie de compromisos que UPA, como único sindicato que empeñó su esfuerzo hasta conseguir la aprobación del Estatuto Sectorial y la firma del Acuerdo Marco para la Avicultura de Carne, vigila de forma permanente para asegurar su cumplimiento.
El sector productor de pollos español cuenta con 5.000 explotaciones avícolas que generan 37.500 puestos de trabajo. En España se sacrifican una media de más de 600 millones de pollos al año, con una producción de 1,4 millones de toneladas de carne, lo que representa el 13,5% de la Unión Europea y una facturación de 1.200 millones de €uros (200.000 millones de pesetas).
Upa