- La activación y funcionamiento a pleno rendimiento de los puestos de inspección fronteriza (PIF) sobre las carnes procedentes de terceros países, de manera que permita asegurar que estos productos cumplen con todos los requisitos y controles establecidos en la legislación comunitaria.
- Incorporación al mercado europeo de materias primas de aquellos organismos genéticamente modificados (OGM) considerados seguros tanto por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, como por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Que se bonifique con 0,060 € el kilo de pienso consumido, según el tipo de granja, durante los últimos doce meses, por considerar que el hecho de que las existencia de cereal, a nivel comunitario y nacional, fuesen nulas en el momento de iniciarse la escalada de precios de los cereales ha incrementado enormemente el volumen de pérdidas ocasionadas a los ganaderos.
En declaraciones a los medios a las puertas del Ministerio, Juanola ha mostrado su desolación e indignación por la actitud de los representantes del MARM, con la ministra Elena Espinosa a la cabeza, “ya que se han negado a recibirnos personalmente en un momento tan crítico para el sector productor de vacuno de carne”. El presidente de ASOPROVAC ha recordado que “el propio sector no ha tenido nada que ver en el origen y evolución de esta crisis, que puede provocar una disminución de la producción de vacuno de carne superior a un 20% en menos de un año y que esta llevando a nuestras empresas a la quiebra técnica”.
A su juicio, es incomprensible la postura del MARM, ya que ASOPROVAC siempre ha mostrado su completa colaboración con las Administraciones Públicas. “Somos representantes de un importante sector empresarial, y hemos preferido solicitar una reunión a Espinosa, en lugar de organizar manifestaciones públicas que, al parecer, es lo único que causa algún efecto”.
Por su parte Josep Roca, presidente de ASOPROVAC-Catalunya, ha señalado la incongruencia reinante en la Unión Europea, “ya que permite la entrada de carnes procedentes de países que alimentan a sus reses con OGM no autorizados en el mercado común, no tienen establecidos sistemas correctos de trazabilidad y no cumplen la mayoría de las obligaciones marcadas por la legislación comunitaria en materia de seguridad, bienestar animal y medio ambiente”. De todo ello se deriva que los costes de producción en estos países sean hasta un 1,5 €/kg de carne más bajos que en Europa, con la subsiguiente imposibilidad de competir en un mercado global.
Roca ha manifestado que, por tratarse de una producción de ciclo largo (1 año) el vacuno de carne, cuyas explotaciones a día de hoy están al 20% de su capacidad, se resentirá especialmente este otoño y ha augurado que este año España importará menos del 50% de animales para cebo que en 2007.
Ambos han coincidido en que las autoridades españolas son conscientes de la situación, pues en vacuno de carne el SIMOGAN permite contabilizar las cabezas con toda exactitud. “Pero parece que la opción que han tomado nuestros políticos –han dicho- es callar y mirar a otro lado mientras el sector desaparece, sin ni tan siquiera estudiar -como ya les hemos propuesto- el desarrollo de un Plan estratégico de abandono y reconversión de este sector. La consigna parece ser dejar el abastecimiento de carne en la UE en manos de países terceros que para nada cumplen las exigencias de los consumidores europeos y todo ello, por supuesto, amparados en el desconocimiento de la población europea en este sentido”.
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