A debate el programa de fruta en las escuelas de la Comisión Europea

La Comisión Europea aportará el 50% del coste de los programas en los Estados miembros que quieran desarrollarlo y hasta el 75% en las regiones llamadas de convergencia, donde el PIB es inferior a la media comunitaria, que en España serían Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia.
La ayuda comunitaria no se utilizará para sustituir financiaciones nacionales donde ya existan medidas de este tipo, sino para alentar nuevas actividades, relacionadas con los programas existentes o con la creación de nuevas iniciativas. Luego, los Estados miembros podrán añadir fondos suplementarios si así lo desean.
El programa contará con cuatro elementos principalmente: la distribución gratuita de fruta y hortalizas en las escuelas a niños, que es el capítulo más importante, medidas de acompañamiento que deberán desarrollar los Estados miembros, actividades relacionadas y supervisión y evaluación del programa.
La distribución gratuita en las escuelas irá destinada a niños de entre 6 y 10 años y se repartirán frutas, hortaliza, frutas y hortalizas transformadas y bananas, según determine la Comisión. Los autoridades nacionales, además, deberán definir una estrategia nacional en colaboración con las autoridades educativas y sanitarias, la industria y los grupos de interés, teniendo siempre en cuenta las preferencias nacionalesSe espera la inauguración de los programas para el inicio del curso escolar 2009/10.
La Comisión también financiará con 1,3 millones de euros para los años 2010, 2011 y 2012 otras actividades que faciliten el intercambio de información entre los Estados miembros.
Por último, el programa de frutas en las escuelas incluirá una fase de supervisión y evaluación. Según establece la propuesta de Reglamento, antes del 31 de agosto de 2012 la Comisión deberá presentarse un informe de resultados al Parlamento Europeo y al Consejo.
El objetivo del Programa de Fruta en las escuelas es fomentar buenos hábitos alimentarios entre los jóvenes, pues los estudios demuestran que los hábitos adquiridos en la infancia se mantienen más adelante. Esto supondrá una inversión en el futuro para ayudar a impedir o reducir los gastos resultados de la mala dieta, según expone la Comisión en su propuesta de Reglamento al Consejo. Se calcula que el sobrepeso afecta en la Unión Europea a 22 millones de niños. Más de 5 millones de ellos son obesos y se espera que esta cifra aumente en 400 000 cada año. Una mejor alimentación puede desempeñar un papel importante en la lucha contra este problema.

FEPEX

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