El consejero Portavoz, Emiliano García-Page, lamentó hoy en Tarancón (Cuenca) la falta de prudencia y frivolidad que ha tenido la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, ante el caso del aceite de orujo de oliva, que se ha producido sin consultar a los gobiernos regionales, de espaldas al sector y con un daño mayor que la solución pretendida.
Según García-Page, donde no había un problema se ha creado cierta alarma, sobre todo por falta de coordinación, y así reclamó la necesidad de una información solvente a día de hoy, dada la sensibilidad de las exportaciones y lo mucho que ha costado que el aceite de oliva conquistara ciertos mercados internacionales.
En este sentido, lamentó que no exista una normativa europea y que nuestros países competidores, principalmente Grecia e Italia, hayan aprovechado el momento de confusión, por lo que aseguró entender la preocupación del sector, que en Castilla-La Mancha tiene un peso importante dentro del conjunto de España.
Transferencias sanitarias
El portavoz del Ejecutivo regional insistió por otro lado en la necesidad de que la sanidad sea gestionada desde la cercanía de la comunidad autónoma, pero nunca a cualquier precio, para evitar que la renuncia de inversiones estatales de los últimos años recaiga ahora sobre los castellano-manchegos.
De un modo más concreto, se mostró preocupado por el empobrecimiento que están sufriendo determinados servicios, como por ejemplo el transporte sanitario, que a veces ocasiona largos viajes a los pacientes para acudir a un centro de atención.
En su opinión, si antes era conveniente una gestión autonómica de la sanidad, ahora resulta casi urgente, porque Castilla-La Mancha ha ido perdiendo peso en esta materia respecto a otras regiones españolas.
García-Page vino a Tarancón para entrevistarse con su alcalde y repasar los principales temas en los que trabaja la Corporación Local.
JCCM