Aconsejan a los agricultores prudencia antes de vender el cereal

Las previsiones nacionales de cosecha hablan de alrededor de 23,5 millones de toneladas –sumando las cerca de 17 toneladas de cereal, 4 de maíz y otras 2 más de maíz americano cuya compra ya está comprometida por nuestro país–, lo que significaría que habría que recurrir a la importación, puesto que España consume cada año alrededor de 29 millones de toneladas de cereal y maíz. Países exportadores, como Rusia y Ucrania, han tenido cosechas pésimas y, además, tienen pendientes contratos de venta que ya no pudieron cumplir la pasada campaña. En el resto de Europa tampoco ha habido buenas producciones, por lo que los expertos vaticinan subidas de precios respeto al año pasado, lo que significaría que, una vez se estabilice el mercado en los meses de septiembre u octubre, las toneladas de cebada se podría pagar a unos 120 euros (unas 20-20,5 pesetas el kilo) y el trigo a unos 126 euros/tonelada (21-22 pesetas kilo).

Las primeras operaciones de venta que se están realizando esta campaña sitúan el precio de la cebada sobre las 19-19,25 pesetas, lo que ya supondría unas pérdidas apreciables respecto a los valores que se esperan. Pérdidas que aún serían más notables si el comprador toma como referencia el precio de intervención (16,86 pesetas kilo). Un ejemplo: para una explotación de secano de unas 150 hectáreas (siendo 90 de cebada, 45 de trigo y el resto, barbecho), estimando una producción media de unos 2.300 kilos/hectárea, vender al precio de intervención en lugar de a las 20 y 21 pesetas kilo que se esperan para la cebada y el trigo implicaría pérdidas de 6.821 euros (1.134.990 pesetas). Si se toma como referencia los precios que ahora se están aplicando, algo mejores que el de intervención, también se producirían para esta explotación de secano pérdidas importantes, de entre 1.000 y 2.000 euros.

Por estas razones, ASAJA aconseja al sector que no se apresure a vender y que posponga la entrega (excepto para el cereal que entra en cooperativa, ya que lógicamente ésta gestionará el mejor precio posible). En el caso de agricultores con almacenes propios, parece lo más sensato aguardar unas semanas y vender en el momento que más les interese; para aquellos que no cuentan con esta posibilidad, aun entregando el grano al almacenista pueden intentar confirmar más adelante los precios definitivos, cuando se compruebe la evolución del mercado.

Asaja

Deja una respuesta