Además de estos focos en aves domésticas, en el mismo periodo de tiempo se ha aislado el virus en 247 aves silvestres hallados muertas en distintos países y regiones: 1 en el sur de la República Checa (Sur de Moravia); 3 en el noreste de Francia (Moselle); y la mayor parte (243 casos) en Alemania, en distintas localidades de los Estados Federales de Baviera, Sajonia, Sajonia Anhalt y Turingia, habiéndose descartado la sospecha inicial comunicada por Austria.
La especie más afectada ha sido el Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con más de 220 casos. Asimismo se ha detectado el virus en Somormujo lavanco (Podiceps cristatus), cisnes, gansos y patos.
En todos los casos se han adoptado de forma inmediata las medidas de emergencia previstas en la Unión Europea ante la sospecha y/o confirmación de influenza aviar en aves de corral o silvestres (Decisiones 2006/415/CE y 2006/563/CE). En el caso de aves de corral, estas medidas incluyen el sacrificio y destrucción sanitaria de las aves de la granja afectada, y el establecimiento de una zona A de vigilancia con un radio aproximado de 3 Km rodeando el foco, y una zona B de protección que engloba la anterior, con un radio aproximado de 10 Km; en estas zonas se instauran estrictas medidas de bioseguridad y de control de los movimientos aviares. En los casos detectados en aves silvestres se han definido las zonas de control y seguimiento correspondientes, en que se restringen diversas actividades para minimizar el riesgo de difusión.
La influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 se detectó en algo más de 700 aves silvestres el pasado año en la Unión europea (uno de ellos en España), pero en el año 2007 no se han detectado hasta finales de junio, a pesar del intenso programa de vigilancia desarrollado. En aves domésticas, por el contrario, se declararon a principios de año focos en Hungría y Reino Unido (finales de enero-principios de febrero), a los que hay que añadir los cinco focos en la República Checa y Alemania antes mencionados.
Por los análisis filogenéticos realizados, parece que las cepas aisladas en aves de corral en República Checa, se encuentran más relacionadas con aislamientos recientes en Kuwait en aves de corral y de cetrería (técnica de caza muy arraigada en países árabes, basado en el entrenamiento y uso de aves rapaces), y países de Oriente Medio y Rusia, que con los recientes focos en Estados Miembros (Reino Unido y Hungría). Estos focos parecen por tanto obedecer a una nueva introducción independiente del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad H5N1. No se dispone aún de ésta información acerca del virus hallado en aves de corral en Alemania.
Por otra parte, el hecho de que tres de los cuatro focos de la República Checa hayan sido detectados sin que existiera sintomatología ni mortalidad previa, como hallazgos casuales en la zona establecida de vigilancia, permite valorar de forma muy positiva la eficacia de las medidas preventivas y de control establecidas en la Unión europea.
La sucesión de hallazgos del virus en países de la Unión Europea, con pocos días de diferencia, si bien no ha implicado a un número elevado de aves, sí infieren una nueva situación epidemiológica en la Unión Europea, y cabe pensar que existe un mayor riesgo que el estimado hace unas semanas. Por este motivo, continúa en vigor la Orden APA 2442/2006, sin que esté previsto por ahora reducir la intensidad de las medidas preventivas como se hizo el pasado verano.
Por último, como consecuencia de tratarse de una enfermedad de rápida difusión, conviene recordar la gran importancia que en su control tienen los sistemas de detección precoz, y las medidas higiénicas y de bioseguridad.
Mapa-Rasve