Acuerdo para poner en marcha el PNR de Castilla y León

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, y el consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, José Valín Alonso, firmaron ayer en Salamanca un acuerdo marco de colaboración que hará operativas las actuaciones contempladas en el Plan Nacional de Regadíos (PNR) «Horizonte 2008», que generará unas inversiones públicas y privadas superiores a 175.784 millones de pesetas en esta comunidad autónoma española. Las actuaciones previstas en el PNR harán posible la mejora y consolidación de 1.134.891 hectáreas en nuestro país. La inversión global del PNR asciende, en España, a 836.000 millones de pesetas.

El acuerdo firmado entre el ministro Miguel Arias y el consejero José Valín permitirá, hasta el año 2008, la consolidación y mejora de 192.502 hectáreas de regadíos, al tiempo que garantiza el programa que está actualmente en ejecución, que beneficia a 43.555 hectáreas de las zonas regables de La Armuña, Las Cogotas (río Adaja), margen izquierda del Tera, y Riaño (Porma y Payuelos). Por otra parte, se pone en marcha un programa de actuación de regadíos sociales de 6.400 hectáreas en las zonas regables de Pequeñas Balsas (Olmillos y otros), Valdavia y Tábara.

Las obras del PNR serán confinanciadas por el MAPA y la Comunidad Autónoma de Castilla y León y para su puesta en marcha de manera inmediata, las dos administraciones firmantes han acordado utilizar prioritariamente la estructura y mecanismo de financiación de la Sociedad Estatal de Infraestructura Agraria (SEIASA) del Norte SA. En la Comunidad de Castilla y León, la superficie regada es de 486.676 hectáreas y los cultivos predominantes en superficies de riego son los cereales (21,9%), maíz (20,5%), remolacha azucarera (18,6%), seguidos por prados (9%), cultivos forrajeros (7,7%), patata (6,1%) y hortalizas (4,8%).

Las producciones de regadío son, en la actualidad, el soporte directo de una buena parte de la industria agroalimentaria, cuya importancia dentro del sector industrial español, se traduce en que factura el 18% y genera el 15% del empleo total del sector industrial.

En el acuerdo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (www.mapya.es) y la Comunidad Autónoma de Castilla y León se comprometen a iniciar «de inmediato» la ejecución de las obras de mejora y consolidación declaradas de interés general, por Ley, al día de la fecha, así como a la finalización de las obras en ejecución y los nuevos regadíos sociales.

La importancia del Plan Nacional de Regadíos

El Plan Nacional de Regadíos persigue mejorar la gestión del uso del agua de regadío en España para que repercuta en una mejora de la renta del agricultor, así como en una mayor diversificación de las producciones, y permita, a su vez, reducir el riesgo climático de los secanos.
Los casi 3,5 millones de hectáreas que se riegan actualmente en España presentan un panorama de deficiencias y obsolescencia en las infraestructuras de distribución de agua, habiéndose detectado que un tercio de la superficie regada tiene un suministro de agua que no alcanza el 75% de sus necesidades, de ahí la necesidad de confeccionar un Plan Nacional que solvente estos problemas y optimice la gestión del agua utilizada. En las condiciones climáticas de una buena parte del territorio nacional, sobre todo en cuanto a escasez, variabilidad e irregularidad de las precipitaciones, el regadío ha sido y continúa siendo una necesidad. En algunas zonas, las precipitaciones no alcanzan el límite mínimo para la obtención de cosechas y, en otras muchas, condicionan los rendimientos de las producciones.

Las zonas regadas representan tan solo el 13 % de la superficie agrícola, pero aportan más del 50% de la producción agraria anual. La productividad media de las tierras de regadíos es 6 veces mayor que la de los secanos y producen una renta 4 veces superior. El empleo que, en promedio nacional, se genera en las zonas regadas es tres veces superior al de las comarcas de secano. También en valores medios, las comarcas en las que predomina el regadío tienen una densidad de población doble que las zonas no regadas y el grado de envejecimiento de la población, que como es sabido es uno de los factores demográficos que limitan el desarrollo del medio rural, es mucho mayor en las comarcas de secano que en las de regadío.

Además de lo que indican estas cifras, el regadío tiene una especial relevancia para la regularidad de las cosechas anuales, para la renta de los agricultores y para el sostenimiento del empleo agrario. Frente a los ciclos de sequía -y los más recientes están en la memoria de todos- el regadío es un seguro de estabilidad social y económica. En muchos espacios territoriales la existencia de regadíos es el ser o no ser de la supervivencia socieconómica del medio rural y de la ocupación del territorio.

Financiación

Respecto a la financiación del PNR, las inversiones correspondientes a las Administraciones Públicas y el apoyo económico a los agricultores se financiarán al 50% por parte de la Administración Central, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y al 50% por parte de las Comunidades Autónomas.

En consolidación y mejora de los regadíos, así como en los regadíos de iniciativa privada, la financiación será del 50% con cargo a los fondos públicos y el otro 50% a cargo de los particulares. En zonas regables en transformación y en los regadíos sociales se financiará una media del 77% con cargo a los fondos públicos y el 23% restante a cargo del gasto privado.

MAPA

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