ACUERDO SOBRE LA INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS MODIFICADOS GENETICAMENTE

La Comisión del Codex Alimentarius ha llegado a un acuerdo sobre los primeros principios a nivel mundial de evaluación de la inocuidad de los alimentos modificados genéticamente, sobre el tope máximo de algunas toxinas en los alimentos y sobre las directrices para la producción agropecuaria según criterios orgánicos. Informan de este acuerdo la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Sanidad (OMS) en un comunicado que se publicado el pasado día 6 de julio.
La Comisión del Codex Alimentarius concuerda con el principio de que la inocuidad de los alimentos derivados de organismos modificados genéticamente (Omg) debe ser controlada y aprobada por los gobiernos antes de que los alimentos entren en el mercado. En particular, los alimentos derivados de organismos modificados genéticamente deben someterse a pruebas para controlar su potencial capacidad de provocar reacciones alérgicas.

"Es el primer paso a nivel mundial para la evaluación de la inocuidad de los alimentos modificados genéticamente", afirmó la Directora General de la OMS Gro Harlem Brundtland.

"El acuerdo internacional sobre cómo llevar a cabo la evaluación del riesgo de los alimentos modificados genéticamente será de gran ayuda para todos los países, sobre todo para aquellos en vías de desarrollo", agregó Brundtland.

La XXIV sesión de la Comisión del Codex Alimentarius se clausurará el domingo por la tarde. La Comisión es un organismo subsidiario de FAO/OMS y cuenta con 165 estados miembros.

La Comisión ha aprobado también una serie de nuevos topes máximos de contaminantes ambientales, sobre todo plomo, cadmio y aflatoxina, hallados en algunos productos alimentarios, entre ellos zumos de fruta, cereales y leche.

"El trabajo de la Comisión del Codex sobre las sustancias tóxicas es especialmente importante dado el peligro que pueden comportar a largo plazo para la salud de los consumidores, sobre todo los niños", subraya Alan Randell, secretario de la Comisión del Codex.

Por ejemplo, el plomo es nocivo para el desarrollo intelectual de los niños y las nuevas normas adoptadas por la Comisión mejoran drásticamente la situación de las reglas hasta ahora en vigor. De todas formas, es necesario proseguir el trabajo en este sentido y la Comisión continuará haciéndolo", añadió Randell.

La Comisión del Codex ha fijado también los topes máximos de aflatoxina en la leche y los productos lácteos. La aflatoxina es una sustancia cancerígena que puede transmitirse a través de los piensos animales ( por ejemplo cacahuetes y cereales ) a la leche. El nuevo tope máximo de aflatoxina es de 0,5 microgramos por kilogramo.

Algunos países han solicitado un tope más estricto, 0,05 microgramos por kilogramo, para la aflatoxina. No obstante, la mayor parte de los países están de acuerdo en que el tope máximo establecido era más factible, sobre todo en los países en desarrollo. La Comisión estableció revisar la norma una vez que haya habido nuevas pruebas científicas sobre los riesgos de la aflatoxina para la salud.

"Dada la cantidad de productos lácteos que se consumen en todo el mundo, especialmente por los niños, era fundamental fijar una norma mundial para la aflatoxina", afirmó Tom Billy, presidente de la Comisión del Codex.

Durante la reunión de la Comisión del Codex se llegó también a un acuerdo sobre las directrices para la producción agropecuaria orgánica. Según estas directrices la cría del ganado según principios orgánicos debe servirse de métodos naturales, reduciendo al mínimo el estrés de los animales, evitando las enfermedades y eliminando paulatinamente el empleo de determinados medicamentos químicos, entre ellos algunos antibióticos. Los animales deben alimentarse principalmente con piensos orgánicos de alta calidad, sin harinas cárnicas, si bien los productos derivados de la leche y del pescado se pueden tolerar. No está permitido el uso de hormonas del crecimiento.

La Comisión ha adoptado un marco estratégico que da gran importancia a los asuntos de inocuidad alimentaria en los países en desarrollo. Los miembros observan con agrado los esfuerzos para capacitar a los países en desarrollo para elaborar sistemas propios de calidad e inocuidad de los alimentos.

A este respecto, la FAO ha puesto en marcha un Servicio Mundial sobre Inocuidad y Calidad para los Países Menos Adelantados para reforzar sus sistemas nacionales de reglamentación de la seguridad alimentaria y su competitividad en el comercio internacional de alimentos. Asimismo, la OMS ha propuesto la creación de un fondo para fomentar la participación de los países en desarrollo en el Codex.

Si bien las normas, directrices y sugerencias del Codex son voluntarias, están reconocidas por la Organización Mundial del Comercio como puntos de referencia en las discusiones sobre el comercio internacional.

FAO-OMS

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