Para Teresa Ribera es muy importante la función de los ecosistemas agrícolas y forestales como sumideros de carbono almacenando CO2 emitido a la atmósfera, pero también son ecosistemas muy expuestos a los impactos del cambio climático, por lo que se hace necesario adoptar medidas de adaptación a las condiciones climáticas futuras.
Asimismo, Teresa Ribera ha recordado que las emisiones por deforestación suponen entre un 20 y 25% de las emisiones globales del planeta. En España el principal impacto del cambio climático sobre los bosques está relacionado con la reserva hídrica de los suelos forestales, la cual tenderá a reducirse, dificultando la superación de periodos de sequías, lo que provocará cambios en la composición y distribución de las masas forestales y aumentará el riesgo de incendios forestales, de plagas y enfermedades en bosques, según ha explicado la Secretaria de Estado.
Por otro lado, la mitigación del cambio climático que se obtiene de los bosques, enumerado por Teresa Ribera, puede producirse principalmente por el incremento de carbono almacenado en biomasa viva o en el suelo, así como en la sustitución mayormente de biocombustibles por biomasa procedente del bosque.
Por ello es crucial, para la Secretaria de Estado, la gestión de los bosques teniendo en cuenta los previsibles cambios en los recursos hídricos y las temperaturas en el futuro a causa del cambio climático. La selección de especies y de sistemas de gestión adecuados en los bosques contribuirá a la adaptación y reducción de impactos.
Respecto a la mitigación, Teresa Ribera ha destacado, que el pasado 17 de julio, la Comisión Delegada del Gobierno para el Cambio Climático aprobó seis Líneas Estratégicas entre las que se prevé una acción de sumidero que contempla la plantación de 45 millones de árboles antes de 2012, eligiendo para ello los terrenos más adecuados y las especies autóctonas correspondientes. Ahora se está trabajando en un mapa de áreas con potencial de ser reforestadas.
MARM