Hoy, los miembros del Consejo Nacional de Bosques se reunirán para debatir el Anteproyecto de la futura Ley de Montes. WWF/Adena, CCOO y Ecologistas en Acción han realizado una valoración crítica de este documento que retoma una idea que a estas alturas ya debía haber sido superada. El texto sigue considerando los montes, tanto implícita como explícitamente, una mera fuente de recursos madereros, primando este aspecto sobre todos los demás. De hecho, según estas organizaciones una de las principales carencias del Anteproyecto de Ley es la omisión de la conservación de la biodiversidad. El que debiera ser principio inspirador de la gestión de los bosques se convierte en un tema secundario.
Asimismo, en cuanto a las ayudas económicas y las exenciones fiscales a los montes, WWF/Adena, CCOO y Ecologistas en Acción consideran que la financiación con fondos públicos debe dirigirse únicamente a aquellos montes que supongan beneficios sociales y ambientales, y de ninguna manera a aquellos cuya finalidad sea sólo productora y comercial. De esta forma, los cultivos de eucalipto, tal y como existen en la actualidad, no deberían seguir subvencionándose.
La futura Ley de Montes podría ser una muy buena oportunidad para poner en práctica principios de desarrollo sostenible o de multifuncionalidad. Tanto es así que estas organizaciones proponen modificar el rango de los destinatarios de estas subvenciones bajo criterios de sostenibilidad reales, que fomenten la restauración de las especies propias de nuestro país y la conservación de la naturaleza.
Aunque en la valoración se destacan algunos aspectos positivos, como la creación de la figura del Dominio Público Forestal y se reconoce el intento de fomentar la ordenación de los montes, WWF/Adena, CCOO y Ecologistas en Acción han detectado carencias en este último ámbito.
Analizando el Anteproyecto de Ley, los expertos se han encontrado con que las medidas orientadas al
“impulso decidido a la ordenación de los montes” son ambiguas y escasas. Una verdadera política de fomento de la ordenación pasaría por obligar a cualquier tipo de monte a disponer de un proyecto de ordenación vigente para poder realizar posteriores aprovechamientos. Sin embargo, este documento permite que se corte madera sin que exista ningún instrumento de gestión.
Según Raquel Gómez, Responsable del Área de Bosques de WWF/Adena, “Esperábamos mucho más del texto. No sólo ha sido decepcionante el proceso de participación pública, sino también el resultado final en el que una vez más se ha dado la espalda a la conservación de la naturaleza”.
WWF/Adena