Adena: ‘Irregularidades en investigaciones del caso de envenenamiento de buitres en Carrascalejo’

WWF/Adena y Ecologistas en Acción piden a la Fiscalía, al Seprona y a la Consejería de Medio Ambiente que aclaren las circunstancias del caso y que se suspenda la actividad cinegética en el coto.
La localización de 8 buitres negros y leonados, posiblemente envenenados en la localidad cacereña de Carrascalejo, ha movido a WWF/Adena y a Ecologistas en Acción a actuar para que se esclarezcan los hechos y se sancione con severidad a los culpables. A juicio de ambas asociaciones, este es un caso gravísimo que pone de relieve el daño que ocasiona el veneno en las especies protegidas y la impunidad con que actúan los envenenadores en determinadas zonas sin que las autoridades hagan todo lo que deben para evitarlo.

El caso de Carrascalejo está siendo estudiado por WWF/Adena y Ecologistas en Acción, no sólo por la gravedad de los hechos, sino porque todo apunta a que ha habido una serie de actuaciones irregulares en su investigación. Así, miembros de estas organizaciones desplazados al lugar de los hechos han comprobado que en la escombrera del pueblo se han podido enterrar parte de los cadáveres de buitres encontrados por el SEPRONA. Diversos testimonios apuntan en esa dirección y, tras sospechar que bajo los escombros podrían hallarse tapados con cal viva los cadáveres de buitres e, incluso, los cebos que servirán de prueba para sancionar el posible delito, se ha decidido pedir información al SEPRONA y a la Consejería de Medio Ambiente. Para ello, WWF/Adena y Ecologistas en Acción también han tramitado un escrito de denuncia a la Fiscalía con el fin de que garantice el esclarecimiento de los hechos, al tiempo que se está estudiando la posibilidad de que las organizaciones se personen en la causa penal una vez abierta.

Entre tanto se aclaran las circunstancias, y dada la situación de emergencia y de desequilibrio ecológico que ha producido la muerte de los buitres, las asociaciones ecologistas exigen a la Consejería de Medio Ambiente la suspensión de la actividad cinegética, ya que antes de autorizarla hay que asegurar que no hay persistencia del veneno en las especies del coto y que se recupera el equilibrio ecológico alterado.

Hay que destacar que el veneno está afectando a una de las zonas más valiosas de la Península Ibérica por su fauna. No en vano, esta zona de Cáceres, limítrofe con la provincia de Toledo, está rodeada de importantes colonias de buitre negro y de buitre leonado, como las de las Sierras de las Villuercas y el Valle del Tajo. Asimismo, está en el corredor que une los Parques de Cabañeros y de Monfragüe, y, además, es hábitat de numerosas especies amenazadas como el águila imperial, el águila perdicera, el águila real, el alimoche, la cigüeña negra y, posiblemente, el lince ibérico. Por esta razón, el uso frecuente e impune que se da del veneno, tanto en Cáceres como en las zonas limítrofes de Toledo, supone un problema muy serio y debe ser perseguido con energía

WWF/Adena

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