Nota de WWF/Adena
WWF/Adena hace balance de la campaña 2005 de incendios e insiste en que es vital trabajar en invierno para reducir la vulnerabilidad ante el fuego de nuestros montes el próximo verano. La organización se felicita por algunas medidas adoptadas por el Gobierno central pero insiste en la necesidad de integrar esfuerzos entre los organismos vinculados al origen de los incendios, así como más atención a las políticas de desarrollo rural.
La campaña de incendios forestales de 2005 pasará a la historia como la segunda con mayor número de incendios forestales (más de 25.000, sólo superado en 1995), la de mayor superficie forestal arbolada incendiada de la década (más de 68.000 ha.), la segunda peor en superficie forestal total de la década (con 162.000 ha.), la segunda peor en el número de grandes incendios (39 incendios de más de 500 ha.) y, sobre todo, como una de las más dramáticas en el número de víctimas.
Aunque es cierto que las condiciones de extrema sequía vividas este verano han hecho más vulnerables nuestros espacios forestales ante el fuego, este hecho no justifica los terribles registros, ya que el 96% de todos los siniestros son provocados directa o indirectamente por el ser humano.
Haciendo balance de 2005, WWF/Adena ha visto con satisfacción cómo algunas de sus propuestas han sido recogidas por algunas Administraciones, en especial, la creación de la Comisión Interministerial aprobada por el Real Decreto-Ley 11/2005, la figura del Fiscal de Sala en Medio Ambiente y la prohibición del cambio de uso del suelo forestal incendiado durante al menos 30 años. Sin embargo, cree que no son suficientes.
Según Félix Romero, Responsable del Programa Forestal de WWF/Adena, “La Comisión Interministerial es un gran avance como punto de partida en la implicación de las Administraciones con competencias en el origen, prevención y extinción de incendios pero es insuficiente si no se implican las CCAA, en quienes actualmente recaen la mayoría de las competencias de prevención y extinción de incendios”.
WWF/Adena considera que este es en un momento crítico. Los elevados presupuestos en prevención y extinción han mejorado la eficiencia de los medios de forma muy desigual entre las distintas CCAA pero, sobre todo, no han logrado reducir el número de incendios ni la vulnerabilidad de nuestros montes.
Por ello, para WWF/Adena es urgente reorientar la balanza de gastos fortaleciendo las medidas de prevención, identificando las causas que originan los incendios, aumentando la presión judicial sobre los causantes de los mismos, e invirtiendo a largo plazo en políticas forestales y rurales serias que mejoren la gestión de nuestros montes y su entorno para reducir la ocurrencia de grandes incendios.
A su vez, insiste en que la virulencia de los incendios está directamente relacionada con el incremento de combustibilidad de nuestros montes, causada por el abandono del medio rural y de los cultivos agrícolas marginales, y por la ausencia de políticas forestales serias. Por ello, la futura Ley de Desarrollo Rural debe apostar por la puesta en valor de los espacios forestales mediante un uso que cuente con la participación de la población rural y que incentive las prácticas agrícolas y forestales ambientalmente responsables.
ADENA