La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte que el hundimiento de los precios en origen de todas las hortalizas de temporada podría provocar en poco tiempo un abandono masivo de los campos, algo inédito hasta el día hoy. La caída del consumo pero, sobre todo, la presión a la baja en los precios de la gran distribución está provocando que las cotizaciones ya no sólo no cubran los costes de producción genéricos, sino que ni siquiera den para que el agricultor pueda pagar los gastos de recolección de estas verduras. “Comenzamos la campaña a finales de mayo con precios por debajo del umbral de rentabilidad pero es que ahora ya no permiten siquiera el poder sacar la producción al mercado”, denuncia el presidente de esta organización, Cristóbal Aguado, quien señala además que “somos los agricultores quienes estamos pagando buena parte de la guerra de precios en la que están sumidos supermercados e hipermercados”.
En una primera fase, los horticultores trataron de buscar mejores cotizaciones que las que le venían ofreciendo los asentadores habituales que abastecen a las grandes cadenas llevando sus producciones en masa –ellos mismos y en pequeñas furgonetas- a los ‘mercas’ (Mercavalencia o Mercavasa). A estas alturas, sin embargo, tales instalaciones están también saturadas de género, lo que ha agravado aún más la situación. Según un informe del Departamento Técnico de AVA-ASAJA, los precios que vienen ofreciéndose por sendas vías no cubren ya –en casos como el pimiento, el melón o la berenjena- ni siquiera los gastos de recolección/pre-confección que tiene que asumir también el agricultor. Es decir, el productor perdería dinero si se decidiera a recoger, comprar las cajas, preconfeccionar y transportar las verduras hasta el comprador. Efectivamente, sólo los gastos por este concepto suman unos 35 céntimos, cuando en los casos citados, los precios ofrecidos son inferiores a tal cantidad. En el resto de cultivos analizados la situación no es mucho mejor porque ni siquiera se cubrirían los costes de producción estrictamente agrícolas, pero al menos el productor podría plantearse reducir sus pérdidas.
“Las hortalizas son cultivos que se van recolectando en sucesivas pasadas semana a semana. Si no se recoge cuando toca cuesta más volver a poner en producción los campos, por lo que lo más normal es que el agricultor opte por echar el resto de su cosecha a perder”, explica Aguado. AVA-ASAJA viene insistiendo desde hace años en la necesidad de que el horticultor programe sus cosechas junto a un comercio/asentador, con el que aclarar las fechas, cantidades, variedades de hortalizas y precios ofertados. La campaña de verano está siendo tan nefasta y la presión de las grandes cadenas de distribución es tal que incluso los agricultores que actúan de esta manera acumulan también cuantiosas pérdidas.
“Pese a que son los productos frescos los que más están contribuyendo a bajar el IPC, sigue existiendo un abismo entre los precios que se dan en el campo y en los lineales de los supermercados, por lo que el consumidor ni siquiera se está beneficiando de esta crisis”, señala el presidente de AVA-ASAJA quien insiste en reclamar al Gobierno que “de una vez por todas tome cartas en el asunto y regule de forma racional los márgenes aportando mayor transparencia a la cadena alimentaria”.
AVA-ASAJA
Es vergonzoso que los partidos políticos una vez que estan en el gobierno, de lo que menos se acuerden sea del agricultor, un ejemplo de esto es el PSOE, que pese a que la gran mayoría de votos que hacen que ganen las elecciones sean de los agricultores, y lo vemos en los gobiernos de los ayuntamientos, ellos se acuerdan de las fabricas de coches o de motos antes que del agricultor. Es indigno que el Kg de cebolla se page a 0,05 € y tengan que ararlas porque no deja ni para poder pagar la recolección, y que a los ciudadanos les cueste 0.65 o 0,95 €. Que se den un golpecito en la cabeza el PSOE y analice la procedencia de sus votos, pues creo que si sigue así los va a perder.