En base a estas previsiones, Afganistán necesitará importar unas 700 000 toneladas de cereales en la temporada comercial 2007/08 para cubrir sus necesidades totales. De esta cantidad, unas 600 000 toneladas procederían de adquisiciones en el mercado mundial, mientras que el resto llegará en forma de ayuda alimentaria. Esta situación contrasta con los 1,5 millones de toneladas de cereales que los afganos importaban al inicio de esta década, de las que más del 20 por ciento procedían de la ayuda alimentaria.
Esfuerzo para el desarrollo
El éxito del sector cerealero afgano tiene su origen en varios años consecutivos de climatología favorable, pero también en los esfuerzos de desarrollo que llevan a cabo diversas agencias y organizaciones, incluida la FAO, que da empleo a 400 personas en el país.
Entre sus proyectos en curso se incluyen los relacionados con desarrollo de la industria de semillas, producción láctea, rehabilitación de la industria azucarera, sistemas de información de mercados, seguridad alimentaria y nutrición, prevención de la gripe aviar y cultivos alternativos al opio,
Los proyectos apoyados por la FAO han logrado ya la rehabilitación de sistemas de regadío que abarcan 350 000 hectáreas de cultivos, e incrementado la producción láctea en 3 200 hectolitros anuales
En este contexto adquiere gran importancia el proyecto de semillas, que cuenta con una financiación de 16 millones de euros de la Unión Europa para el período 2003-2011. Aprovechando la experiencia previa en intervenciones de emergencia y rehabilitación, el proyecto ha ayudado a crear una industria comercial afgana de semillas.
En 2006 se produjeron 4 000 toneladas de semillas, en su mayor parte semillas de trigo de alto rendimiento y resistente a las plagas. Tras dos temporadas agrícolas, el sector privado es ahora el principal productor de semillas de calidad en Afganistán. Y las variedades que la FAO ha ayudado a lanzar cubren ya más del 50 por ciento de todas las áreas productoras de trigo en el país.
FAO