Nota del Parlamento Europeo
La agricultura biológica es aquella en la que no se utilizan pesticidas; tanto la producción como las prácticas agrícolas aplicadas a los productos orgánicos deben garantizar el respeto del cultivo por el medio ambiente y la biodiversidad, basándose en el reciclado y en la rotación de cultivos y evitando la modificación genética, las hormonas y los antibióticos en los animales. El 3,6 por ciento de la superficie agrícola de la UE está dedicado a este tipo de cultivos, proporción que aumenta al ritmo de un 30 por ciento anual.
En 2004, la Comisión Europea presentó un Plan de Acción sobre alimentos y ganadería orgánica en el que se establecían 21 líneas de actuación con el objetivo de facilitar el desarrollo del sector. En el texto se reconocía el importante papel desempeñado por la agricultura ecológica en el contexto de la política agrícola común y se apoyaba el desarrollo de una estrategia basada en la demanda con el objetivo de estimular la producción, por lo que se proponía la revisión de la legislación en vigor.
Etiquetado claro
El Parlamento Europeo fija su posición respecto a la comunicación de la comisión en un informe, elaborado por la eurodiputada francesa de Los Verdes Marie-Hélène Aubert, en el que se alerta de que la creciente demanda de este tipo de productos por parte de los consumidores ha hecho aumentar las importaciones, «lo que plantea nuevos problemas relativos a la inspección, la certificación y el etiquetado».
Precisamente, el correcto etiquetado de los productos biológicos es una de las principales preocupaciones reflejadas en el texto. Para la Eurocámara, para que un producto pueda ser considerado ecológico no puede haber sido manipulado genéticamente; sin embargo, las normas actuales permiten que se etiquete como tal siempre que su contaminación con productos sintéticos no supere el 0,9 por ciento. Para algunos países, como Bélgica, este margen no debería ser superior al 0,2 por ciento; en cuanto al informe parlamentario, insta a los Estados miembros a adoptar medidas encaminadas a evitar cualquier tipo de contaminación «accidental».
Logotipo obligatorio
El texto recomienda, asimismo, que ni en la agricultura ecológica ni en la medicina veterinaria puedan utilizarse productos obtenidos mediante manipulación genética, e insiste en la necesidad de reforzar la regulación del etiquetado para prevenir las irregularidades. Así, las etiquetas de los productos deberían permitir la trazabilidad del producto, y sería obligatorio incluir en las mismas el logotipo europeo que distingue a los alimentos que contienen un 95 por ciento de componentes orgánicos, con independencia de la utilización de otros sellos privados.
Además, el Parlamento Europeo considera que la normativa debería abarcar tanto las condiciones de producción de los alimentos biológicos como las de almacenaje. Para la ponente, «hay que garantizar a los consumidores información adecuada sobre lo que compran», por lo que las etiquetas deben reflejar «tanto la procedencia del producto como los criterios de calidad bajo los que se ha elaborado».
El documento será sometido a votación por el Pleno del Parlamento Europeo a finales de marzo; en junio, serán los ministros de Agricultura de los 27 Estados miembros quienes fijarán la postura final de la Unión Europea sobre la materia.
Parlamento Europeo