Éste es uno de los principales puntos incluidos en las alegaciones enviadas al borrador de modificación de Orden por la que se establecen nuevas medidas para luchar contra esta patología, que fue presentada el pasado viernes por el Ministerio de Agricultura a las comunidades autónomas para que realizaran sus observaciones.
Además, la Consejería de Agricultura considera que la comarca ganadera de Malagón (Ciudad Real) no debe ser incluida en la zona restringida porque la distancia al foco de Extremadura sólo comprendería el borde más occidental de la zona. Este mismo razonamiento se aplica a la comarca toledana de Gálvez, cuya incorporación a la zona restringida también ha sido propuesta por el Ministerio de Agricultura.
La Consejería de Agricultura está conforme con que el movimiento de especies entre dos comunidades autónomas de zona restringida quede supeditado a la autorización de la región de destino, pero considera que se deberían fijar las condiciones para estos traslados con el objetivo de evitar distintas interpretaciones en cada territorio.
En cuanto al seguimiento de la “lengua azul” en Castilla-La Mancha, sigue sin haberse registrado ningún animal positivo en las inspecciones y controles realizados.
Como medida cautelar y para evitar cualquier riesgo, la Consejería de Agricultura ha ordenado el sacrificio de 240 animales en la región, que se sumarían a los 22 que se sacrificaron en los primeros días de alerta por la enfermedad. Estos nuevos sacrificios se distribuyen en 186 animales en Ciudad Real, 53 en Toledo y 1 en Albacete.
Al igual que en aquella ocasión, la razón de su eliminación es que proceden directamente de los focos de “lengua azul” de Andalucía y Extremadura. En total, han sido inspeccionados 7.880 animales vacunos y 2.477 ovinos, correspondientes a 215 explotaciones de toda Castilla-La Mancha, por haber llegado de estas zonas.
JCCM