El Chilo suppressalis walk, también conocido con el nombre de barrenador o “cucat” del arroz en la Comunitat Valenciana, ataca la caña del arroz, llegando a producir la muerte de la planta afectada.
El tratamiento para el control biológico, basado en la confusión sexual con feromonas específicas, se aplica en la campaña actual en una superficie de 16.132 hectáreas, rodeando al lago de la Albufera (en los términos de Corbera, Llaurí, Riola, Fortaleny, Favareta, Polinyà de Xúquer y Cullera, así como en la Marjal de Pego-Oliva, en La Llosa y Chilches.
Así, se han instalado en los campos de arroz más de 650.000 varillas con difusores de vapores de feromonas femeninas de síntesis, de tal forma que se satura la atmósfera que rodea el cultivo y los machos de esta especie no pueden detectar las pequeñas cantidades de feromonas naturales emitidas por las hembras existentes, produciéndose con ello la confusión sexual, con lo que se dificulta el apareamiento.
Compatible con el medio ambiente
Se trata de un método que ofrece grandes ventajas, ya que actúa específicamente, no afecta al resto de insectos útiles, carece de toxicidad para animales superiores y no deja residuos tóxicos.
La conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación desarrolla desde hace varios años técnicas biológicas en el control del cucat del arroz, que cuentan con la aceptación por parte de los agricultores, y resultan de alto interés ecológico para el espacio en el que se encuentran ubicados los arrozales.
El objetivo de estos tratamientos es conseguir rebajar el nivel de la población del cucat hasta límites aceptables, de manera que afecten en la menor medida posible a este cultivo de gran importancia en la Comunitat Valenciana.
Generalitat Valenciana