A pesar de la buena cosecha de cereales y del levantamiento de las sanciones, casi la mitad de los 26,3 millones de habitantes de Irak pueden ser considerados como pobres y necesitados de ayuda alimentaria, según un informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los efectos de la guerra, las sanciones económicas y tres años de grave sequía (1999-2001) han mermado drásticamente los medios de subsistencia de los iraquíes, afirma el informe de la Misión de Evaluación FAO/PMA sobre las existencias alimentarias y la nutrición en Irak.
En la actualidad, el 60 por ciento de la población iraquí no tiene trabajo y depende en gran medida de las raciones alimentarias públicas.
Si bien se ha conseguido desterrar la inanición persiste la malnutrición crónica entre varios millones de personas, entre las cuales 100.000 refugiados y alrededor de 200.000 de personas desplazadas al interno del país.
Preocupa, en particular, la situación de las madres y de la población infantil en el centro y el sur del país. En las provincias del norte se ha conseguido acabar con la malnutrición aguda.
Cosecha más abundante
Este año se prevé que la producción de cereales en Irak alcance los 4,12 millones de toneladas, un 22 por ciento más que la estimada en 2002. La producción ha aumentado, sobre todo, gracias a las lluvias favorables en el norte, al incremento del riego y a la distribución puntual de insumos agrarios en las principales zonas productoras.
Las importaciones de cereales para 2003/2004 (junio/julio) se estiman en 3,44 millones de toneladas, de las cuales 3,2 millones de toneladas probablemente tendrán que comprarse y 244.000 son promesas de ayuda alimentaria de emergencia.
En la medida de lo posible se intentará comprar a los productores locales cualquier ayuda alimentaria adicional para fortalecer así los ingresos de los agricultores y sostener los precios nacionales, subrayan FAO y PMA.
Los recientes sucesos militares y políticos no han influido mucho en los cultivos de cereales de invierno, asegura el informe, pero sí han afectado a la siembra de los cereales de verano y a los cultivos industriales como el algodón o las semillas de girasol.
La capacidad de producir fertilizantes nacionales ha disminuido drásticamente. Dos fábricas de estos productos no están funcionando, lo que plantea el problema de cómo y dónde conseguir las 600.000 toneladas de fertilizantes necesarias para la cosecha de cereales del año próximo.
Las condiciones de los animales de cría son, en general, estables en la mayor parte del país. En el norte han gozado de buenos pastos y de la disponibilidad de grano.
La escasez de agua y la falta de estructuras sanitarias son los principales problemas de la posguerra iraquí. En estos momentos los cinco millones de habitantes de Bagdad disponen como máximo de 70 litros diarios de agua por persona. La situación es peor en las ciudades del sur.
Según FAO y PMA, hace falta un flujo considerable de recursos para rehabilitar el sector agrario y la economía en su conjunto, y poder mejorar así la situación nutricional de la población iraquí. La misión de FAO/PMA recomienda que los beneficios de la venta de petróleo se empleen en el desarrollo de la economía del país a través del Fondo de Desarrollo para Irak, creado recientemente, y que se tenga en consideración el peso del sector agrario.
Millones de personas dependen de la ayuda alimentaria
El informe afirma que en la actualidad millones de iraquíes no tienen otro acceso a los alimentos que el de las ayudas alimentarias, financiadas mediante el programa Petróleo por Alimentos. «Cualquier interrupción significativa del sistema de distribución pública tendría un fuerte impacto negativo en el acceso a los alimentos», advierte el documento.
La misión de FAO y PMA reconoce la necesidadde proseguir con el sistema de distribución pública de alimentos y con las actividades de ayuda alimentaria de emergencia a corto y medio plazo porque el sector agrario necesitará un periodo de tiempo considerable para restablecerse.
«Sin embargo, es necesario replantear y definir mejor los objetivos de la política de la cesta de alimentos, fuertemente subvencionada y, si es el caso, reducirla progresivamente», explica el informe.
Redes de seguridad alimentaria para niños y madres
El PMA estima que 3,5 millones de personas necesitarán suplementos alimenticios por un valor de 51 millones de dólares en 2004. Los destinatarios de complementos alimenticios son los niños malnutridos, sus familiares y las mujeres encinta o en periodo de lactancia.
Por su parte la FAO insiste en que hace falta una ayuda considerable para rehabilitar la infraestructura agraria – que incluye, entre otros, el riego y la industria agraria local – y para revitalizar las estructuras de apoyo técnico y servicios.
FAO