Este cambio de actitud da respuesta a la demanda que hacía pública esta semana el presidente de ASAJA-Andalucía y supone un buen comienzo para abordar las soluciones a la grave crisis que atraviesa el sector agrario andaluz, que es la primera y única preocupación de ASAJA y debería ser también la primera preocupación del titular de la Consejería de Agricultura y Pesca.
El campo andaluz sufre la peor crisis de su historia, como lo demuestra el hecho de que más de 25.000 agricultores y ganaderos andaluces de todos los sectores se reunieran en Sevilla el pasado 31 de marzo clamando “por la supervivencia del campo y el empleo en el medio rural”.
Por primera vez en la historia todos los sectores productivos están en crisis. La agricultura y la ganadería son el último eslabón de la cadena, por lo que carecen de margen para amortiguar las repercusiones de la crisis. Por desgracia las crisis no son nuevas para este sector en el que siempre hay alguno de nuestros subsectores productivos que pasa por un período crítico. La aceituna de mesa, el algodón, el ovino, el vacuno… todos han tenido sus crisis, pero estas no eran coincidentes, así cuando a consecuencia de las “vacas locas” el vacuno sufrió la peor crisis de consumo de su historia, el ovino y el porcino atravesaban un buen momento, cuando después el ovino ha sufrido las consecuencias de la “lengua azul” el porcino tuvo un año bueno y ayudó a los ganaderos a salvar la campaña, sin embargo ahora, en el presente ejercicio no hay sector que se salve: cítricos, aceite, porcino, aceituna de mesa, cereales… la crisis afecta absolutamente a todas las producciones.
Por último desde ASAJA-Andalucía debemos recordar que en muchas comunidades autónomas, algunas gobernadas por el PP y otras por el PSOE, el presidente se reúne habitualmente con los dirigentes de ASAJA, un hábito que facilita la labor de los consejeros de Agricultura y de Medio Ambiente de esas comunidades y permite que sus presidentes actúen con conocimiento de causa cuando tienen que defender a su sector agrario en Madrid o en Bruselas.
Lamentablemente en Andalucía este hábito democrático está proscrito, el anterior presidente andaluz llevaba más de nueve años sin reunirse con la primera organización agraria de la región, lo que indudablemente le impedía tener una idea clara de la situación real de este sector. Desde ASAJA-Andalucía confiamos en que el próximo presidente de la Junta de Andalucía conceda al sector agrario toda la importancia que tiene en la economía regional y mantenga abiertos los cauces de interlocución tal como hacen los presidentes de la mayoría de las comunidades autónomas.
ASAJA-Andalucía espera que José Antonio Griñán, tras su nombramiento oficial como presidente, reciba de manera urgente a los responsables de ASAJA en Andalucía para que podamos trasladarle las propuestas que esta organización ha planteado para superar la crisis y que Chaves no quiso escuchar.
Asaja Andalucía