Nota del AINIA
El jefe del departamento de Instrumentación y Automática de ainia, Ricardo Díaz Pujol, presenta las nuevas técnicas en una jornada dirigida a las empresas del sector agroalimentario y afines titulada «Control de calidad y seguridad alimentaria mediante técnicas de visión».
Ricardo Díaz explicó que «por cuerpo extraño, según define la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, se entiende a cualquier sustancia extraña al alimento que pasa a nuestro cuerpo de forma no intencionada cuando ingerimos un alimento».
El investigador señaló que «debido al origen agrícola de la materia prima, es posible que junto a la misma puedan aparecer fragmentos de origen vegetal, fragmentos de cristal, husos, pequeñas piedras o incluso insectos».
Para este científico, «aunque los casos de aparición de cuerpos extraños en alimentos se dan muy excepcionalmente, el impacto sobre el consumidor es muy importante, pues un fragmento de cristal puede afectar gravemente a su salud».
En cuanto a las tecnologías de detección de cuerpos extraños, el investigador explicó que se clasifican en dos: las tecnologías maduras, que ya se están aplicando, y las tecnologías emergentes, de incipiente aplicación.
Dijo que «como técnicas maduras cabe mencionar la detección de metales, la visión artificial o la detección por rayos X».
«Sobre las técnicas emergentes,- señaló Ricardo Díaz- se podrían citar a la termografía, la visión multiespectral, los ultrasonidos o la resonancia magnética nuclear de imagen».
Señaló que «la termografía consiste en inspeccionar el producto tras aplicarle un golpe de frío o calor; en la medida en que el coeficiente de difusividad del cuerpo extraño sea diferente al del producto, mediante una cámara térmica será posible detectar dicha variación».
«La visión multiespectral -indicó- es un técnica que permite obtener imágenes del producto en diferentes bandas del espectro, con lo que es posible obtener imágenes con información directamente relacionada con la composición y, en la medida en que la composición del cuerpos extraño sea diferente a la del producto, detectarlo».
El investigador indicó que «los ultrasonidos son señales inaudibles al oído humano que atraviesan la materia y cuando encuentran una discontinuidad, generan un eco que retorna al detector».
En relación a la resonancia magnética nuclear de imagen, el científico aseguró que «es una tecnología que a día de hoy sólo se aplica en el campo médico debido a dos razones, su elevado coste y el tiempo necesario para llevar a cabo una inspección; en la medida en que disminuyan los costes y aumenten sus prestaciones, su aplicación al sector agroalimentario abrirá un nuevo campo de posibilidades».
Ricardo Díaz señaló que «aunque aún no existe maquinaria en el mercado que incorpore estas técnicas, la tecnología ya se encuentra disponible, por lo que en centros de investigación como Ainia se están desarrollando nuevas aplicaciones, que en un breve plazo se podrán integrar en las líneas de procesado de las empresas agroalimentarias, haciendo que los alimentos elaborados sean más seguros para el consumidor final.
AINIA