Esta enfermedad de la patata es altamente infecciosa. Es la primera vez que se
detecta su presencia en las Islas Británicas, y no hay antecedentes de focos en
Irlanda. El Departamento de Agricultura de Irlanda ha tenido conocimiento de la
detección de la enfermedad en Gales, Reino Unido, y en otros países de la Unión
Europea como Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, España y Países
Bajos.
Aunque en Irlanda nunca se ha detectado la presencia de esta enfermedad, tienen
preparados planes de contingencia para el caso de que aparezca un foco.
Anualmente, el Ministerio lleva a cabo un análisis tomando unas 500 muestras de
la producción nacional y examinándolas en laboratorios. Muestras adicionales se
toman de patatas procedentes de importaciones que realiza Irlanda.
Además, dado que este país tiene un elevado status sanitario sobre semillas, las
importaciones de Gales o de otras áreas con un status sanitario inferior, son
sometidas a controles especiales. El Departamento de Agricultura contacta con el
país de origen para comprobar si, en el momento del envío, se han realizado las
comprobaciones necesarias en relación con esta enfermedad. Si no se dispone de
la prueba de que el envío esta libre de la enfermedad, se pone en cuarentena
hasta que los resultados de las pruebas sean negativos.
Mientras el Departamento de Agricultura toma una decisión al respecto, se ha
recomendado a los agricultores que extremen las medidas de higiene durante la
producción de las patatas y planten sólo semillas certificadas.
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