En el marco del Día Mundial de la Alimentación la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (ADDINMA) recuerda la importancia de la alimentación sana como una herramienta vital para la prevención y la promoción de la salud.
El Parlamento Europeo el pasado mes de septiembre expuso que la mitad de la población europea adulta (cerca de 250 millones de personas) padece problemas de sobrepeso, un problema que absorbe el 6% del gasto público para centros de atención primaria en algunos Estados miembros. Por ello, la Eurocámara ha instado a los países miembros a reconocer la obesidad como una enfermedad crónica y subrayó la necesidad de mejorar los hábitos alimenticios de la población europea desde una edad temprana.
Pero las medidas propuestas en el Parlamento no solo hablan acerca de la alimentación infantil, de hecho, estudios demuestran que en la UE un 40 % de los pacientes hospitalizados y entre un 40 y un 80% de las personas residentes en centros para la tercera edad están mal alimentados. Por lo cual, son un sector de la población a vigilar especialmente.
ADDINMA se suma a dicha necesidad de mejora de hábitos entre la población, especialmente en España y advierte que las medidas dietéticas para el tratamiento de la obesidad y la reeducación nutricional deben ser llevados a cabo por profesionales cualificados.
De no ser así, tratamientos dietéticos incorrectos pueden agravar el riesgo metabólico, conducir a malnutrición y favorecer la recuperación del peso perdido, entre otros. Sin embargo, la práctica incorrecta de terapias contra el exceso de peso, a veces con promesas de resultados “milagro” sigue siendo bastante frecuente en nuestro país.
Pero todas estas medidas precisan un compromiso en cuanto a medios humanos y económicos de los estados miembros. En España, en 1998 (RD 433/1998 del 20 de Marzo) se acreditó la Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética, para prevenir los problemas derivados de la mala alimentación, reduciendo el gasto sanitario y aumentando la calidad de vida de los españoles. En cambio aunque más de 17 universidades españolas, 4 de ellas en la Comunidad de Madrid, imparten estos estudios, aún estos profesionales no son reconocidos por la propia administración pública que les ha formado, y no pueden ejercer su profesión, para ponerla al servicio de la población.
“Un dietista-nutricionista es un profesional de la salud, con titulación universitaria, reconocido como un experto en alimentación, nutrición y dietética, con capacidad para intervenir en la alimentación de una persona o grupo, desde los siguientes ámbitos de actuación: la nutrición en la salud y en la enfermedad, el consejo dietético, la investigación y la docencia, la salud pública desde los organismos gubernamentales, las empresas del sector de la alimentación, la restauración colectiva hasta el ámbito social”.
ADDINMA, asociación profesional que agrupa a los Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid, creada en 2004 con los objetivos de contribuir al desarrollo y reconocimiento de la profesión, cuenta con el respaldo del RD 433/1998 del 20 de Marzo se recoge la titulación oficial que acredita al diplomado en nutrición humana y dietética como preparado para ejercer la profesión y, en el 2003, con la Ley de Ordenación de profesiones sanitarias, Ley 44/2003 que reconoce al Diplomado en Nutrición Humana y Dietética como profesional sanitario.
Por todo ello, cabe decir que tan solo en la Comunidad de Madrid hay más de 1.000 Dietistas-Nutricionistas diplomados, dispuestos a trabajar en la prevención de la obesidad y en todas aquellas patologías asociadas a la alimentación, la educación nutricional, la investigación, la docencia y la mejora de hábitos de la población, en cuanto la administración cree plazas para ello.
ADDINMA
Es una verguenza que estoy sea así. Los que hicimos esta carrera la hicimos con unas espectativas de trabajo que no se han cumplido y nos vemos obligados a trabajar en empresas que contribuyen a la degradación del concepto de nutrición relacionada con la salud, tipo dietas milagro; y en el peor de los casos obligados a buscarnos la vida por otros lados. Yo no hice una carrera para esto. MENUDA VERGÜENZA.