El verano es una época de gran consumo de frutas frescas y verduras crudas. Además de contribuir a mantenernos hidratados, suelen ser ricas en minerales y vitaminas que nos ayudan a protegernos de los rayos solares. Pero tienen que ser “bio”.
Más allá de los demostrados beneficios para el medio ambiente, existen dos buenas razones de peso para decantarnos, más que nunca, por el consumo de frutas y verduras ecológicas.
La primera está relacionada con lo que no tienen, es decir, residuos de pesticidas. Para ser más exactos, la probabilidad de encontrar una muestra de fruta o verdura ecológica con residuos es mucho más baja que en una convencional. Y en el caso de que tengan algún tipo de residuos (hoy en día hasta el agua de lluvia puede contener restos de pesticidas), siempre es en dosis mucho más pequeñas que las convencionales.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica un informe sobre los residuos de pesticidas encontrados en los alimentos de los 27 países europeos. Los últimos datos, correspondientes al 2008, siguen hablando de un 35,7% de muestras con residuos de las cuales un 3,5% superan los límites permitidos. También se incluyen análisis de productos ecológicos. En este caso, un 0,9% presentaban residuos de pesticidas aunque no se especifica en qué cantidades ni que tipo de pesticidas.
Cabe destacar que un 26% de las muestras contenían más de un tipo de residuo de pesticida hasta un máximo de 26 pesticidas diferentes en una muestra de uva analizada en Alemania.
La segunda razón para consumir frutas y verduras ecológicas es por lo que tienen de más. Las frutas y verduras ecológicas contienen más sustancias antioxidantes que nos protegen de los efectos negativos que los rayos solares tienen sobre nuestra piel. Según Dolores Raigón, catedrática de la Universidad Politécnica de Valencia, encontramos sustancias antioxidantes en concentraciones superiores en las frutas y verduras ecológicas: fresas (26%), zarzamoras(40%), manzanas (15%) y pimiento (17%). Si además de ecológicas pueden ser de proximidad mucho mejor, porque la fruta madurada en el árbol o en el campo, además de más sabrosa, es más rica en nutrientes.
Aprovechemos la generosidad de la tierra durante el verano para consumir frutas y verduras, que nos remineralizan, hidratan y refrescan. Pero eso sí, que sean ecológicas.
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