El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Alejandro Alonso, dijo ayer en el Pleno de las Cortes regionales que el Plan Nacional de Regadíos del PP no compensa los déficits históricos que en esta materia arrastra Castilla-La Mancha y no satisface, por tanto, los intereses y aspiraciones de la región y añadió que estamos ante un mal Plan y esperamos que el Ministerio de Agricultura modifique su actual propuesta para la región antes de su aprobación definitiva.
En este sentido, Alonso pidió a las Cortes castellano-manchegas una posición clara y rotunda que contribuya a la modificación de la actual propuesta aprobada por el Consejo de Ministros, de modo que el PNR definitivo compense los déficits históricos que la región ha padecido en materia de regadíos y sirva también para corregir los desequilibrios territoriales que la actual propuesta viene a consolidar.
No obstante, el consejero indicó que es preferible que España cuente por fin con un Plan Nacional de Regadíos, aunque sea malo, y que éste se ponga en marcha y se financie, a no tener nada como en los últimos años.
Así, Alonso explicó que con la existencia de un Plan, el Gobierno central estará obligado a poner en marcha y cofinanciar nuevos regadíos y consolidar los existentes, mientras que hasta ahora, al no existir Plan, las inversiones realizadas en regadíos durante los últimos años han sido financiadas en su mayor parte un 79,7%- por el Ejecutivo regional.
Además, indicó Alonso, las inversiones restantes que ha llevado a cabo el Gobierno central, se han realizado de acuerdo a sus criterios, sin tener en cuenta las necesidades de los regantes y la política en materia de regadíos del Ejecutivo regional.
En su intervención, Alonso recordó que, desde 1998, las Cortes han debatido en cinco ocasiones sobre las diferentes etapas por las que ha pasado el PNR, una vez que la ex ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, descalificase el Plan Nacional de Regadíos aprobado en febrero del 96 y decidiese redactar un nuevo Plan.
Este Plan lleva realizándose cinco años, tiempo suficiente como para haber sido aprobado con mayor diligencia, señaló Alonso, quien agregó que se ha perdido mucho tiempo y los regantes de Castilla-La Mancha están ya hartos de las falsas promesas sobre el Plan Nacional de Regadíos.
Tras hacer un recorrido por las diferentes propuestas de PNR que se han ido presentando desde 1998, el consejero hizo también un esbozo sobre la historia de los regadíos en España y su repercusión de estas políticas en Castilla-La Mancha, para concluir que en la región nadie tiene dudas de que siempre hemos sido los olvidados en materia de política de regadíos.
En la actualidad, el porcentaje de superficie regada sobre suelo cultivado en Castilla-La Mancha es del 10,8%, mientras que la media española es del 17%. Esta diferencia es la base de nuestra argumentación para estar insatisfechos con la actual propuesta, ya que el Plan elaborado por el Gobierno central se sigue olvidando de Castilla-La Mancha.
Principales carencias de la propuesta actual del Plan Nacional de Regadíos
Según la propuesta actual, a Castilla-La Mancha le corresponden 28.910 hectáreas de nuevos regadíos, de las cuales 17.000 hectáreas son para regadíos sociales, y 91.925 hectáreas para consolidación y mejora de regadíos. La inversión total de las Administraciones públicas sería de 44.044 millones de pesetas, cofinanciadas al 50% entre la Junta y el MAPA.
Esta propuesta está muy lejos de las posibilidades previstas en los Planes Hidrológicos de Cuenca aprobados y, además, la propuesta del MAPA recorta considerablemente los regadíos declarados de interés general de la Nación, como es el caso de La Sagra-Torrijos, que pasaría de 28.000 a 5.166 hectáreas, los del Canal de Albacete, que pasan de 27.000 a 6.744 hectáreas, o los de La Manchuela-Centro que quedan eliminados y que, por tanto, habría que encajarlos dentro de las 17.000 nuevas hectáreas de regadíos sociales.
Asimismo y desde el punto de vista territorial, el PNR planteado por el Ministerio incrementa los desequilibrios entre Comunidades Autónoma y no atiende a criterios de necesidades de infraestructuras para la fijación de la población, ni corrige déficits históricos de ausencia de actuaciones públicas.
Alonso señaló como ejemplo que en otras regiones con una superficie actual de riego similar a la nuestra se le asignan muchas más hectáreas de nuevos regadíos. Así, el consejero indicó que a Aragón, con 394.522 hectáreas, se le adjudican 47.300 nuevas hectáreas o a Castilla y León, con 486,667 hectáreas, se le adjudican 49.955 nuevas hectáreas, mientras que a Castilla-La Mancha, con 353.801 hectáreas, se le adjudican sólo 28.910 nuevas hectáreas.
En lo que a mejora y consolidación de regadíos se refiere, el nuevo PNR prevé la modernización de las dos terceras partes del regadío español (67,86%), mientras que en el caso de Castilla-La Mancha se prevé poco más de la mitad (51,95%), unas 92.000 hectáreas.
Según señaló Alonso, el reparto presupuestario tampoco está suficientemente justificado, ya que modernizar una hectárea en Castilla-La Mancha cuesta, según el documento, la mitad que en Murcia, Castilla y León o la tercera parte que en La Rioja.
Según la propuesta del MAPA, modernizar una hectárea en nuestra Comunidad Autónoma cuesta algo más de 355.000 pesetas, mientras que modernizar una hectárea en Murcia cuesta algo más de 628.000 pesetas, en Castilla y León casi 569.000 pesetas y en La Rioja cuesta 998.000 pesetas.
Por último y desde el punto de vista financiero, Alonso indicó que se desconoce el procedimiento y los mecanismos por los que la Administración central aportará la parte de presupuesto que le corresponde y manifestó sus dudas sobre el funcionamiento de las Sociedades Estatales de Infraestructuras Agrarias (SIASAS), que serán las encargadas de actuar en la consolidación y mejora de regadíos conjuntamente con las Comunidades de Regantes.
Tras exponer las carencias que a juicio del Ejecutivo regional tiene la propuesta del PNR aprobado por el Consejo de Ministros, Alonso afirmó que el Gobierno regional considera necesario que el Gobierno central atienda todas estas consideraciones y modifique la actual posición con respecto a Castilla-La Mancha y reiteró a la Cámara regional la necesidad de adoptar una posición clara y rotunda que sirva para modificar la actual propuesta del Plan Nacional de Regadíos.
JCCM