Así lo ha anunciado en rueda de prensa su presidenta nacional y provincial, Lola Merino, en el transcurso de la presentación del balance y la memoria de actividades desarrolladas por esta organización a lo largo de 2007.
Merino señaló que “pese a que aparentemente se trata de un objetivo simple, la realidad nos muestra que el derecho a la igualdad es el que se vulnera con mayor facilidad, aunque esté reconocido en la propia Constitución española. Prueba de ello es la diferencia salarial que sufrimos en nuestro país, donde las mujeres llegamos a cobrar un 40% menos que los hombres desempeñando el mismo puesto de trabajo”.
La interlocución social es otra de las propuestas de AMFAR para este 2008. Para Merino, este diálogo no se ha mantenido ni con el Ministerio de Agricultura, ni con el de Trabajo, ni con otras instituciones, y recordó que las asociaciones de mujeres rurales no han tenido participación activa en leyes que les afectan directamente como la Ley de Igualdad, la de Violencia de Género o la recién aprobada Ley de Desarrollo Rural.
Teniendo en cuenta que las mujeres representan el 25 por ciento de la titularidad de las explotaciones agrarias en nuestro país, AMFAR se ha propuesto trabajar por recuperar las ayudas a la incorporación de la mujer al sector agrario, así como el reconocimiento de la cotitularidad de las mujeres en las explotaciones agrarias. Dos frentes abiertos para los que, según Merino, también se deben garantizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como el reconocimiento del trabajo de todas ellas.
Asimismo, y para que las mujeres continúen siendo las verdaderas artífices del desarrollo rural y de la diversificación y multifuncionalidad que necesita nuestra agricultura, AMFAR trabajará para que se articulen las medidas necesarias en el establecimiento de pequeñas y medianas empresas en el mundo rural, dando salida así a una de las máximas preocupaciones de este sector de la población, que es el paro.
Como último objetivo, Merino apuntó a la conciliación de la vida laboral y familiar, uno de los pilares en los que la Asociación viene trabajando desde sus inicios pero que continúa arrojando datos alarmantes. Y es que según la última encuesta social europea, el 47% de los varones residentes en España reconoce que no dedica nada o casi nada de tiempo a las tareas domésticas y afirman que es la mujer la que debería estar dispuesta a reducir su jornada laboral “por el bien de la familia”.
Continuó Merino recordando que la confianza del colectivo de las mujeres rurales, que es el colectivo que defiende la Asociación, se va consolidando año tras año, lo que se demuestra en el aumento del número de asociadas en un 11 por ciento con respecto a 2006, pasando de 4.517 a 4.942 al cierre de 2007. Una cifra que representa a un colectivo heterogéneo y que incluye a agricultoras y ganaderas a título principal, esposas de agricultores y ganaderos, amas de casa, jubiladas, viudas, jóvenes, trabajadoras o estudiantes. Esta premisa obliga a AMFAR, según explicó Merino, a abrir el abanico de servicios y acciones desarrolladas a lo largo del año para poder atender las demandas de todas y cada una de las asociadas.
Esta heterogeneidad es el motivo por el que en 2007 se han realizado un total de 72 acciones formativas de las que se han beneficiado 4.805 mujeres. Unas acciones que se han llevado a cabo en función de las demandas de las propias beneficiarias, aunque pueden englobarse en cuatro grandes campos temáticos: autoempleo, medioambiente, asuntos agrarios y servicios sociales.
La presidenta de la organización recordó que AMFAR dispone de un total de 23 delegaciones locales en el territorio provincial, 10 de ellas con sede propia. Motivo por el que el esfuerzo en infraestructuras y equipamiento ha sido muy importante a lo largo de 2007. Tanto es así que en los últimos meses fueron adquiridas las nuevas oficinas en Campo de Criptana, Valdepeñas, La Solana y Villarrubia de los Ojos, éstas dos últimas pendientes de ser inauguradas en fechas próximas.
Y para terminar con el balance elaborado por la Asociación, Merino consideró que los objetivos fijados por AMFAR para 2007 han sido “más que conseguidos”. Comenzó a enumerar la aprobación de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural que contempla un Plan Estratégico sobre la mujer rural, para continuar con la conciliación de la vida laboral y familiar, tema sobre el que ha sido elaborada una campaña que será presentada a los medios de comunicación, la creación de un Centro de Estudios y Documentación de la Mujer Rural española (CESMU), una activa participación del Año Europeo de Igualdad de Oportunidades, y por último, el desarrollo de múltiples acciones formativas.
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