Así, señala que un estudio llevado a cabo por investigadores franceses en las universidades de Caen y Rouen, sobre tres variedades de maíz modificado genéticamente, muestra claras evidencias de riesgos para la salud. España cultiva una de estas variedades, MON810, lo que ha provocado las críticas de agricultores, consumidores y ecologistas, que exigen «que se aplique el principio de precaución y se prohíban los cultivos y alimentos transgénicos», según informa Amigos de la Tierra.
Las investigaciones de este trabajo se realizaron través de ensayos de la multinacional Monsanto, que comercializa los tres maíces. Según los autores, es la primera vez que estos ensayos, hasta ahora confidenciales, son revisados por investigadores independientes y «ha servido para encontrar riesgos para la salud en parámetros sanguíneos asociados con las funciones renales y hepáticas».
El responsable de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra, David Sánchez, asegura que «estos estudios demuestran que no es posible garantizar la seguridad de los alimentos transgénicos» y, por lo tanto, «se debe aplicar el principio de precaución y retirar los transgénicos de la agricultura y la alimentación».
Europa Press