Análisis de UPA sobre las propuestas del Comisario Fischler para cambiar la Política Agraria Común

Nota de prensa de UPA
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), tras analizar el documento de reforma de la PAC presentado ayer por Franz Fischler ante el colegio de comisarios de la Comisión Europea, rechaza rotundamente el objetivo básico de esta reforma que es la reducción indiscriminada de las ayudas directas, uno de los pilares básicos de la Política Agraria Común. UPA exige al Gobierno español que bloquee esta propuesta ya que si sale adelante resultará tremendamente negativa para el sector agrario español.

La propuesta de la Comisión contempla una reducción progresiva de las ayudas directas a razón de un 3% anual, hasta llegar al 20%. Una propuesta que supone una reducción lineal e indiscriminada de las ayudas, que UPA rechaza con toda rotundidad y que no puede aceptarse bajo ningún concepto como una modulación, tal y como está intentando hacer ver de manera interesada una organización agraria vinculada a la patronal CEOE.

Muy al contrario, UPA valora que la propuesta de Fischler pretende restringir los factores por los que se puede aplicar la modulación en la actualidad (aunque con carácter voluntario por parte de los Estados miembros), es decir, los contemplados en el reglamento horizontal, como es el caso de la rentabilidad de las explotaciones expresada en función del margen bruto estándar o el empleo, porque la utilización del factor empleo en la propuesta de reforma es totalmente ajena a la realidad.

UPA considera que con esta propuesta, la Comisión no busca un apoyo más equitativo entre las explotaciones o apostar por un modelo de agricultura familiar, sino exclusivamente provocar un ahorro presupuestario que ayude a realizar la ampliación hacia los países del Este, satisfaciendo, de esta manera, a los países del norte de Europa. Es decir, el capítulo más beneficiado de la posible revisión sería el de la ampliación de la UE y no el relativo al desarrollo rural.

UPA cree que con este modelo serían los agricultores profesionales los que financiarían los costes de la ampliación de la UE. Además, los países del norte de la UE defensores y promotores de dicha propuesta, pretenden convencer a los países de la cuenca mediterránea con pretendidos criterios de cohesión en el reparto de los fondos resultantes de la reducción de ayudas directas.

Sin embargo hay que tener presente que los actuales criterios de cohesión se van a modificar a partir de la entrada de los nuevos países y sobre todo a partir del 2006 con la nueva revisión de los fondos estructurales, lo cual implica que se trata de un regalo envenenado del cual España se beneficiaría realmente muy poco.

Para UPA los costes de la ampliación no deben recaer en la PAC, pero tampoco en los fondos estructurales o en los de cohesión, sino que deben tener un presupuesto adicional y específico, para evitar que sean los sectores sociales y países más desfavorecidos los que terminen pagando la ampliación.

En consecuencia, UPA muestra su rotunda oposición a la propuesta de reducción de las ayudas directas indiscriminadas. Frente a este planteamiento, la organización exige la necesidad de una reforma cuyo eje central sea la introducción de la política de cohesión en la PAC que reduzca los actuales desequilibrios de carácter social y territorial existentes actualmente.
Como herramienta de dicha política de cohesión, UPA apuesta por una auténtica modulación de las ayudas, que redistribuya el apoyo público y que apueste de una forma decidida y clara por la explotación familiar agraria, que representa el 80% del sector agrario español. Dicha modulación debe basarse en criterios de empleo, margen económico de las explotaciones, volumen de ayudas directas y grado de dificultad del territorio en que se ubican las explotaciones.

UPA

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