En el primero de estos aspectos, la norma establece una nueva representación gráfica de la marca Producción Integrada, resaltando tanto su carácter de sello de garantía como la referencia a la actividad agropecuaria en su conjunto. El distintivo, hasta ahora centrado en los productos, también se podrá utilizar en las parcelas e instalaciones donde se apliquen las técnicas sostenibles propias de este sistema productivo, incluidas las dedicadas a transformación y comercialización.
En cuanto a las agrupaciones para el control de plagas y enfermedades, el decreto determina su inscripción en el registro autonómico de producción integrada. Este requisito, obligatorio para obtener el sello de calidad y ligado a una serie de condiciones, se exigía hasta ahora sólo a los productores.
Finalmente, la modificación aprobada también autoriza el uso del distintivo de forma excepcional, durante la presente campaña 2007-2008, a los invernaderos acogidos al programa de control de insectos vectores de los virus de cultivos hortícolas. La medida, que excluye la distinción a los productos, pretende identificar el carácter sostenible de los tratamientos biológicos que se realizan en estos invernaderos, dada su similitud con los que se exige para la producción integrada.
A medio camino entre la actividad agraria convencional y la ecológica, la producción integrada obtiene alimentos de calidad a través de métodos sostenibles de fertilización, técnicas fitosanitarias, riego y eliminación de residuos. Con 291.000 hectáreas, 222 agrupaciones y 92 operadores individuales, Andalucía es la primera comunidad autónoma española en el desarrollo de este sistema productivo, que comenzó a implantarse en 1995 en cultivos de fresa y olivar. Actualmente están en vigor 20 reglamentos donde se recogen los requisitos específicos exigidos para la concesión del distintivo de garantía a otros tantos productos (11 agrícolas, 3 ganaderos y 6 industriales).
Durante los últimos cuatro años, y en coherencia con la creciente demanda de los mercados, Andalucía ha duplicado la superficie de producción integrada. Los principales cultivos son el olivar (193.796 hectáreas), el algodón (51.484 hectáreas), el arroz (16.223) y la remolacha (12.093).
Junta de Andalucía