Por otra parte, indicó que las altas temperaturas y las escasas lluvias durante el llenado del grano provocaron una significativa caída de los rendimientos. Zonas con rendimientos medios de 2.000 kilogramos por hectárea pasaron a 700 kilogramos por hectárea. A nivel estatal, se pasó de una producción de 19 millones de toneladas en 2008 a 13,6 millones de toneladas en 2009 (-28%). En el caso andaluz, la producción para 2009 es de 1.738.129 toneladas.
Sin embargo, detalló que a pesar del descenso de la producción, los precios medios de los cereales han tendido a la baja, con cotizaciones medias de 0,14 euros por kilogramos para los trigos blandos y de 0,12 euros por kilogramo para las cebadas, lejos de los 0,28 euros por kilogramos y los 0,23 euros por kilogramo de octubre 2007.
Los bajos precios a nivel europeo, a pesar de que la producción cerealística se ha visto igualmente reducida en más de un siete por ciento han provocado que las importaciones de cereal de España se disparen. Así, durante los siete primeros meses de 2009 se ha importado a España un 139 por ciento más de trigo que en los mismos meses del 2008 y un 410 por ciento más de cebada, situación que ha agudizado la tendencia a la baja de los precios en nuestro mercado interno.
«La eliminación de los mecanismos de regulación de mercado tras las últimas reformas de la Política Agraria Común (PAC) deja al agricultor sin ningún instrumento para afrontar los vaivenes del mercado mundial de cereales, muy condicionado por la espiral especulativa que se ha adueñado de las cotizaciones de las materias primas en los últimos tiempos. La campaña 2009 de cereales es un claro ejemplo de cómo el mercado por sí sólo no es capaz de regular un sector estratégico, base de la alimentación humana y animal», argumentó el responsable de cultivos herbáceos de COAG-A, Francisco Macías.
Así, COAG-A pronosticó si no cambia esta tendencia una nueva reducción de la superficie sembrada para la próxima campaña y el consiguiente aumento de la dependencia del exterior. «En estas condiciones, sembrar es una opción totalmente inviable para gran parte de los productores», lamentó Macías.
Por último, COAG-A abogó por el reestablecimiento de los mecanismos de regulación de mercado para que los agricultores puedan reducir la incertidumbre a la hora de planificar sus campañas, en un marco de equilibrio y seguridad que limite la influencia de la especulación.
Europa Press