Remitido por Junta de Andalucía:
Una pareja de águila pescadora (Pandion haliaetus) ha escogido un pantano del Parque Natural Los Alcornocales (Cádiz), para establecer su territorio de cría, más de sesenta años después de que la especie desapareciese como reproductora de esta zona de la geografía andaluza. Así lo han contrastado técnicos de la Consejería de Medio Ambiente (CMA), y científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) que realizan el seguimiento del proyecto de reintroducción de la especie. El equipo mixto CSIC-CMA localizó la pareja en un embalse, situado en el Parque Natural Los Alcornocales.
La liberación de pollos durante los dos últimos años y la presencia de los mismos durante todo el periodo de dependencia en las inmediaciones de las torretas de hacking, que coincide con la llegada de las primeras águilas invernantes a la zona del Barbate, es una de las causas que apuntan los expertos para explicar el retorno de esta especie al que fue su lugar de cría hace décadas. Según la opinión del equipo científico responsable del proyecto de reintroducción, así como de la European Osprey Conservation Group –grupo de especialistas de Alemania, Escocia, Finlandia, Portugal y España– la existencia de un número considerable de pollos de su misma especie que aparentemente han ‘nacido’ en esa zona, supone un estímulo importante para que ejemplares adultos contemplen esa zona como un área de cría adecuada.
Este podría ser el caso de la pareja que se ha decidido por el citado pantano para establecer su zona de cría. Las observaciones apuntan que esta pareja podría ser la misma que en otoño de 2004 ocupó un nido de cigüeña en desuso en el pantano de Barbate. Las rapaces tomaron como base el nido de cigüeña para construir el suyo y allí permanecieron hasta que el mes de diciembre del mismo año, la hembra abandonó el nido y al macho, que acabó cediéndolo de nuevo a las cigüeñas.
Meses después, la pareja construyo un nido propio sobre un poste eléctrico sin tensión donde pronto se observaron cópulas y comportamientos típicos de comienzo de la incubación. Desafortunadamente, el nido aún no totalmente consolidado fue parcialmente derribado por un fuerte temporal de viento de levante que azotó la zona a comienzos de la Semana Santa. Inmediatamente, una plataforma artificial fue colocada a dos postes de distancia del nido original y horas mas tarde fue tomada por la pareja que continuó copulando e inició poco después la incubación.
Al tratarse de la primera pareja que nidificaba en la península se hizo necesario extremar el seguimiento y la capacidad de intervención en caso necesario para conseguir que la pareja se sintiese estimulada y repitiese el siguiente año en la misma zona, contribuyendo con ello a aumentar el atractivo del área como lugar de reproducción para otras pescadoras.
Por ello, se había previsto intervenir en el caso de que los huevos no eclosionaran, introduciendo pollos procedentes de Alemania. Diez días después de la fecha prevista de eclosión, ningún signo indicaba que hubiese ocurrido, por lo que el plan alternativo se puso en marcha. A primeros de junio, y antes de que la pareja decidiese abandonar definitivamente, se procedió a colocar en el nido de pescadoras un pollo de milano negro con diez días de vida, que se retiró de un nido con tres pollos situado en la provincia de Sevilla. El milano negro es una rapaz muy abundante, con una talla un poco menor que la pescadora y capaz de alimentarse perfectamente de peces.
Al introducir el milano en el nido se constató que sólo había un huevo de la pareja de águila pescadora que se dejó junto al pollo de milano. Diez días mas tarde, y tras comprobar durante ese tiempo que el comportamiento de cebas de la pareja era el adecuado, se retiró el pollo de milano, que se encontraba en unas excelentes condiciones, así como el huevo no eclosionado, y se introdujeron dos pollos de pescadoras procedentes de nidos de Alemania con 12 y 15 días de vida respectivamente. El pollo de milano fue devuelto a su nido original donde terminó su desarrollo junto con sus dos hermanos con total normalidad.
El día 4 de julio se anillaron y marcaron con emisores convencionales de cola y un emisor satélite los dos pollos de pescadoras que han terminado su crecimiento y estancia en el nido con éxito. Los primeros pollos de águila pescadora criados en Andalucía, después de más de 60 años de su desaparición, están de nuevo volando por encima de nosotros.
La atracción de ejemplares adultos al lugar de suelta por la reiterada presencia de pollos muy jóvenes liberados por nosotros, era una de las previsiones iniciales con las que partió el Proyecto de Reintroducción del Águila Pescadora en Andalucía que lleva a cabo la Consejería de Medio Ambiente. Tras dos años de liberación de pollos de pescadora en el área del Parque Natural de Alcornocales, este año se han registrado tres intentos de construcción de nidos además de la experiencia de esta pareja.
Después de este éxito, las previsiones son que el número de intentos de cría por todo el área vaya en aumento. Este proyecto está cofinanciada por la Consejería de Obras Públicas y Transportes en el marco del programa de Medidas Compensatorias de la autovía A-381 Jerez-Los Barrios. Hasta el momento se han liberado 45 ejemplares jóvenes de águila pescadora en las provincias de Cádiz y Huelva procedentes de Alemania, Escocia y Finlandia.
El objetivo prioritario de la Junta de Andalucía al poner en marcha este plan de reintroducción pasa por favorecer la expansión de la población mediterránea de esta rapaz y reducir el riesgo de extinción. Actualmente, las poblaciones de águila pescadora se reducen a Canarias y a Baleares, donde se encuentra catalogada en el índice de especies ‘en peligro’ según el catálogo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El proyecto de reintroducción se inició en 2003 en el Parque Natural Los Alcornocales, en el embalse de Barbate y en el 2004 en las Marismas del Odiel en la provincia de Huelva. El método empleado se denomina ‘hacking’, considerado el más eficaz en la restauración de determinadas poblaciones de rapaces. El sistema consiste en colocar pollos en cajas-nido donde se les proporciona la comida de manera artificial durante aproximadamente un mes, sin que los jóvenes relacionen la obtención de alimento con el ser humano (con el que no tienen contacto visual mientras están en las cajas-nido). Esto permite que los pollos se adapten al nuevo medio y que, debido a la querencia natural por su lugar de nacimiento (filopatría) que generalmente muestran las aves rapaces, tras su suelta retornen al lugar de suelta para reproducirse una vez alcanzada la madurez sexual.
Una vez liberadas, las jóvenes águilas son objeto de un seguimiento continuo durante los primeros años de vida. Para ello se equipan con emisores compactos tipo mochila que no superan los 30 gramos peso (menos del tres por ciento del peso total del pollo) que permiten la localización de las aves mediante satélite o señales de radio convencionales. Este sistema ha permitido a los científicos recabar importante información sobre las costumbres de esta rapaz que pasa los inviernos en África. Los pollos reintroducidos en Andalucía han mostrado un comportamiento migratorio similar al de aquellos criados en sus propios nidos, iniciando la migración con la misma orientación y alcanzando las áreas típicas de la especie. Actualmente se encuentran en la costa oeste africana, entre los ríos Senegal y Gambia.
Junta Andalucía