La consejería de Agricultura Andaluza y la Fundación Alfonso Martín Escudero desarrollarán un proyecto de investigación para estudiar el control de enfermedades del clavel mediante el empleo de abonos de restos vegetales, compatibles con el medio ambiente. Para llevar a cabo el proyecto, ambos organismos han formalizado un convenio por el que la Fundación aportará 17.050 euros y la consejería el personal investigador especializado, así como los medios materiales que se necesiten para el estudio.
El proyecto consiste en analizar la efectividad de abonos procedentes de orujo de uva, de restos de plantas hortícolas y de subproductos del corcho, para combatir las plagas y enfermedades más comunes de esta planta. Esta investigación es de gran importancia para el sector, ya que la puesta en marcha de explotaciones de flor cortada requiere una inversión inicial elevada.
Tradicionalmente, el control de plagas en el clavel se ha resuelto tratando el suelo con bromuro de metilo, una sustancia química de fácil manejo y muy efectivo contra los problemas que ocasionan organismos nocivos del suelo como hongos, insectos y malas hierbas. Este fumigante, que destruye la capa de ozono, se usa cada vez menos, siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, que prohibirá definitivamente su empleo el 1 de enero de 2005.
El clavel, junto con la clavellina, es la especie de flor cortada que más se cultiva en Andalucía, representando el 70% de la superficie total. Se produce especialmente en las zonas de Los Palacios-Utrera (90 por ciento de la superficie) y en Chipiona (25 por ciento). Se cultiva principalmente en pequeñas explotaciones, de carácter familiar, que se ven obligadas a mantener en buen estado fitosanitario el cultivo, para garantizar la rentabilidad del mismo y la viabilidad de las explotaciones.
El sector de flor cortada en Andalucía tiene una producción media anual valorada en algo más de 140 millones de euros. Se distribuye en una superficie de algo más de 1.000 hectáreas de las provincias de Cádiz (Chipiona y Sanlúcar, principalmente) y Sevilla (Lebrija, Los Palacios y Utrera). Genera un millar de empleos directos, correspondientes fundamentalmente a mano de obra familiar.
Más de la mitad de la producción (64%), con un valor económico de 84,1 millones de euros, se destina a la exportación, especialmente a los mercados comunitarios aunque en los últimos años se han abierto otros en países de Europa Central y del Este.
Junta Andalucía