Remitido por la Junta de Andalucía:
La Producción Final Agraria de Andalucía crecerá en 2004 un 13 por ciento respecto a los datos registrados en el pasado año, con lo que alcanzará un valor de 10.400 millones de euros. Por su parte, el valor añadido bruto de precios de mercado aumentará casi un 17% y la renta agraria un 12,5%, según avanzó el consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, durante la presentación del Informe anual del sector agrario 2003, publicado por la Fundación Unicaja, donde estuvo acompañado del presidente de la entidad financiera, Braulio Medel.
Estos buenos resultados, debidos principalmente a la excelente campaña de aceituna de 2003-2004, reflejan el buen estado del que goza el sector agroalimentario andaluz, cuya contribución a la Producción Final Agraria Nacional es del 26%, mientras que al valor añadido total del país aporta el 31%. Además, la producción agraria aportó en 2003 el 6% del Producto Interior Bruto de nuestra comunidad autónoma, «muy por encima del promedio nacional, situado en el 3,4%», destacó el consejero.
Andalucía es, después de Cataluña, la segunda potencia agroalimentaria en España por el empleo generado, por el valor de las ventas, por el valor añadido y por las cifras macroeconómicas y por la inversión en activos materiales, con porcentajes de entre el 12 y 14% en cada uno de esos conceptos. La industria alimentaria es la primera en Andalucía, con unas ventas de casi 11.000 millones de euros.
Los principales responsables de esta bonanza económica son los recursos naturales que ofrece el entorno andaluz, unas tierras fértiles y un clima único en España que, según comentó el consejero, «debemos poner al servicio de la creación de riqueza, de empleo y de bienestar para el conjunto de la economía y de la población andaluza», de manera que contribuyan a la cohesión territorial y social de Andalucía.
Para conseguir estos objetivos, Pérez Saldaña reconoció que hay que enfrentarse a la mundialización del comercio mediante el trabajo en común, las inversiones en tecnologías y la producción en calidad, principios que marcan la segunda modernización del sector agroalimentario y que asegurarán su futuro «pase lo que pase con las reformas de la PAC».
Oportunidad en la PAC
En este sentido, el consejero de Agricultura animó a los profesionales a ser capaces de ver las reformas de las distintas Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) con más optimismo y de convertirlas en una oportunidad para ser más competitivos. En cualquier caso, garantizó que el objetivo del Gobierno andaluz en la negociación seguirá siendo el mantenimiento del nivel de ayudas, y «creo poder afirmar que en gran medida lo vamos a conseguir».
Pérez Saldaña puso algunos ejemplos de cultivos que han utilizado las ayudas para reestructurarse y mejorar sus resultados, como el tomate para industria, la alfalfa o la uva de mesa, que han conseguido ventajas comparativas, son competitivos y tienen mercado.
«Los agricultores saben que ni la Junta de Andalucía ni el Gobierno central van a permitir que la reforma hipoteque la riqueza, la actividad y el empleo de nuestras zonas rurales, pero tienen que utilizar las ayudas para adaptarse al nuevo contexto», insistió el consejero, para quien hay que ser capaces de convertir la reforma de la PAC en una oportunidad «para seguir creciendo, mejorando y contribuyendo de manera decisiva a la cohesión social, económica y territorial de Andalucía».
Junta de Andalucía