La Comunidad Autónoma andaluza es pionera en el desarrollo de técnicas agrícolas mediante el uso de recursos naturales y la eliminación de mecanismos contaminantes, con el fin de asegurar una producción agraria sostenible, así como la conservación y mejora de la fertilidad del suelo y la diversidad ambiental. Este conjunto de prácticas se denominan Producción Integrada.
Gracias a la puesta en práctica de estas técnicas se consigue fomentar la calidad de los productos andaluces, mejorar la protección sanitaria de los alimentos, incrementar su valor añadido, potenciar la investigación agraria y la transferencia de tecnología, e impulsar la formación como elemento básico de modernización.
La superficie cultivada en Andalucía bajo este paraguas de buenas prácticas agrícolas se ha multiplicado por diez en los últimos siete años, lo que representa unas 150.000 hectáreas. Esta cifra ha superado con creces las previsiones de la Consejería de Agricultura y Pesca, administración que ya en el año 1995 desarrolló la normativa necesaria para regular las producciones agrícolas, creó la figura de las APIs (Agrupaciones de Producción Integrada) y desarrolló la marca que identifica a estos productos.
El olivar y el arroz se han convertido en los cultivos referentes de la Producción Integrada, ya que concentran el 85% de la superficie sembrada en Andalucía siguiendo normas respetuosas con el entorno. En cuanto a otros cultivos, el 65% de la fresa cultivada se desarrolla con estas técnicas, a lo que se suma la Producción Integrada de cítricos, algodón, frutales de hueso, hortícolas bajo abrigo, flor cortada, vid o remolacha.
La apuesta de la Consejería de Agricultura por este símbolo de modernización agrícola se refleja claramente en la subvención otorgada a entidades agrarias en 2004 para impulsar sistemas de Producción Integrada en cultivos de olivar, arroz, cítricos, viña, fresa, frutales de hueso, remolacha, hortícolas y flor cortada. El importe de estas ayudas asciende a 2,8 millones de euros, de los que la Junta subvenciona 1,8 millones.
Agrupaciones
Otra de las cifras que refleja la apuesta de Andalucía por estas buenas prácticas agroambientales es el crecimiento en número de las Agrupaciones de Producción Integrada (APIs), que se han incrementado de las 47 contabilizadas en 1995 a las más de 300 que existen en la actualidad.
Estas agrupaciones están compuestas por técnicos y auxiliares de campo, dedicados al control de las prácticas y gestión de residuos para garantizar el cumplimiento de los reglamentos específicos en cada uno de los cultivos, y justificar ante la administración autonómica dichas prácticas.
Reglamentos Específicos
Para la regulación de la Producción Integrada, la Consejería de Agricultura ha publicado 15 reglamentos específicos correspondientes a los cultivos de olivar, arroz, fresa, frutales de hueso, cítricos, tomate, calabacín, melón, sandía, pepino, pimiento, berenjena, judía, patata y algodón, así como la producción de aceite, vinificación, manipulación y aceituna de mesa.
Con el fin de copar toda la superficie agrícola andaluza, la Junta trabaja actualmente en la redacción de otros cuatro reglamentos específicos. Se trata de las normativas referentes al cultivo de la viña, remolacha, flor cortada y zanahoria.
Además, la Consejería de Agricultura y Pesca ha introducido en 2004 el concepto de Producción Integrada en la transformación y comercialización del producto, lo que ha abierto nuevas vías a sectores como el vino, el aceite o la aceituna de mesa, o la manipulación de frutas y hortalizas.
Junta de Andalucía