Andalucía se opone a que el Ministerio de Agricultura deje de financiar las ayudas para la retirada y destrucción de harinas cárnicas, previstas en el Plan de Lucha contra la Encefalopatía Espongiforme Bovina, ya que podrían repercutir en los costes de los ganaderos. Para paliar en parte el efecto negativo, la comunidad andaluza propone un período transitorio y la cofinanciación por parte del Ministerio.
Así lo defendió el pasado día 13 en el Parlamento el consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, quien ha criticado la decisión del Ministerio de desentenderse del programa de retirada de harinas cárnicas aludiendo falta de presupuesto para esta medida en 2002, y propone traspasar a las comunidades autónomas su financiación. Tras los compromisos y el protagonismo asumido hace un año, es el Ministerio el que tiene las competencias y la responsabilidad de consensuar con las comunidades y el sector, un período transitorio y fórmulas realistas para financiar la retirada y la destrucción de las harinas de carne ha dicho Plata.
En respuesta a una pregunta del grupo Popular sobre la financiación del programa, el consejero ha argumentado la necesidad de contar con esa etapa transitoria para que se puedan realizar las modificaciones oportunas, dándole mayor protagonismo al sector privado en las tareas de lucha contra la enfermedad. El Ministerio de Agricultura no puede eludir su responsabilidad en un asunto que ha representado una de las mayores crisis alimentarias de los últimos tiempos ha afirmado rotundo y ha añadido que la administración central no puede olvidarse, en sólo un año, del Plan Coordinado de actuación y lucha contra la EEB y medidas colaterales y de los compromisos que adquirieron con los fabricantes de harinas y cementeras.
El responsable andaluz de Agricultura ha insistido en el riesgo que conlleva esta propuesta ministerial y ha recordado que lo que hay que hacer es mantener la aplicación rigurosa del plan. Hay que ser muy prudentes y no desmontar un sistema como el programa actual, que está funcionando bien y además es eficaz. La ciudadanía difícilmente podrá entender estos cambios después del gran esfuerzo que se ha hecho para garantizar la calidad y seguridad alimentaria a los consumidores, ha concluido Plata.
En Andalucía, desde el 1 de enero hasta el 30 de noviembre último se han retirado unas 25.000 toneladas de harinas, con un coste cercano a 1.500 millones de pesetas. A final de año se habrán retirado unas 30.000 Tm. con un coste final de 1.800 millones de pesetas, según el balance provisional del programa de Apoyo a la industria de harina de carne. Todas estas harinas se están destruyendo por valorización energética en el Tejar, lo que supone una reducción de las 12 ptas/Kg. iniciales en cementeras, a 6 ptas/Kg.
Junta de Andalucía