La aplicación de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), aprobada la pasada semana por la UE, supondrá para los agricultores andaluces un recorte que ronda los mil millones de euros hasta el año 2013 (periodo de aplicación de la reforma), según las primeras estimaciones realizadas por la consejería de Agricultura y Pesca y las organizaciones profesionales agrarias.
Según explicó ayer Plata, tras reunirse en Sevilla con las organizaciones agrarias, esta cifra supone un tercio del recorte de las ayudas nacionales, que ronda los tres mil millones de euros. No obstante, el consejero aclaró que no son cifras cerradas porque aún no se conocen todos los detalles de la propuesta; además hay acuerdos que pueden incrementar o reducir estas diminuciones en los pagos.
El consejero dijo que con estos datos "no está para nada justificado el optimismo del Ministerio y del ministro de Agricultura". Ahora lo que tiene que hacer es "seguir trabajando" para que la actividad agraria siga siendo fuente de riqueza y empleo en el futuro. Asimismo, destacó que hay procurar que el espacio rural se mantenga vivo y que los pueblos sigan estando llenos de gentes, evitando los movimientos migratorios.
El responsable de la agricultura andaluza indicó que los representantes de los agricultores andaluces, a través de las organizaciones ASAJA, UPA, COAG y FAECA, no van a resignarse con este acuerdo y están dispuestos a tomar iniciativas para evitar un "duro golpe".
En este sentido, anunció la creación de un grupo de trabajo que analizará "muy detenidamente" el documento de la Comisión y su repercusión. Conforme al acuerdo, "vamos a proponer una serie de medidas en lo que intentamos sea una política de estado" para dar respuesta a la situación actual.
Más complejidad
De esta reforma se deriva un reto para las administraciones, como la andaluza donde las ayudas son una parte muy importante. Según explicó el consejero, con esta reforma en vez simplificar el sistema de ayudas se ha ido en sentido contrario, hacia un sistema mucho más complejo. Así, dijo, durante algunos años "vamos a tener que simultanear para un mismo agricultor dos sistemas de pago".
Otro de los problemas de la reforma de la PAC es la renacionalización, lo que supone que "el que más recursos tenga podrá ayudar más a sus agricultores". Esto es algo negativo y "tenemos que apostar porque Europa vuelva a recobrar la iniciativa en política agraria".
Igualmente negativa es la repercusión de la PAC sobre las producciones mediterráneas, ya que, aunque no han estado presentes en el debate, se verán afectadas por algunos mecanismos como la modulación, que afectará a los olivareros y los productores de arroz que no se beneficiarán de mejoras financieras. Esto supone "un retroceso" en cohesión social, apuntó el consejero.
Junta Andalucía