La inestabilidad meteorológica que se viene produciendo en los últimos meses está en el origen de la anormal ‘purga’ de este fruto, que se está cebando sobre todo en las plantaciones más jóvenes, con entre 4 ó 5 años de edad. Así, los meses de mayo y junio han sido uno de los más fríos que se recuerdan, lo que ha contrastado con la abrup¬ta llegada de las altas temperaturas de este mes.
“Los bruscos desequilibrios climatológicos que se acumulan desde primavera contribuirán a reducir considerablemente la próxima cosecha”, asegura el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado. Efectivamente, a la irregularidad del tiempo que ahora se sufre habría que sumar las heladas sufridas del 5 al 7 de marzo, el tem¬poral de pedrisco que se dio del 16 al 18 de mayo y a las tormentas de lluvia y gra¬nizo registradas la semana pasada en las comarcas productoras, fenómenos todos ellos que lógicamente harán menguar la cosecha.
La producción de caqui que empezará a recolectarse a partir de octubre será, pues muy inferior a la cosecha asegurada en el pasado mes de marzo, que ascendió a 80.000 toneladas, un 15% más que en 2007. “Con esta reducción de cosecha, sólo una mejora de los precios respecto a la campaña pasada podrá equilibrar la rentabilidad del cultivo de cara a la comercialización que se presenta”, señala Aguado.
AVA-ASAJA