La Comisión Europea ha presentado al Consejo y al Parlamento Europeo un informe sobre los tres años de vigencia del Reglamento (ce) N°1221/97 del Consejo, por el que se establecen las normas generales de aplicación de las medidas destinadas a mejorar la producción y comercialización de la miel. La Eurocámara no está conforme con dicho informe y se dispone a elaborar una resolución que apoye a un sector estratégico y multifuncional de la agricultura comunitaria. El texto que presentará el Parlamento se articulará sobre el guión presentado ayer en la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo por Manuel Izquierdo, responsable de apicultura de la COAG y Presidente del Grupo miel del COPA-COGECA.
La Comisión reconoce que los precios de venta a los centros de envasado e industria percibidos por los apicultores son menores en aquellos Estados Miembros cuya tasa de profesionalización es mayor, y que existe una mayor intensificación en la competencia entre la miel de producción comunitaria y el aumento de la miel de importación a más bajo precio. También admite que es de lamentar que, a pesar de que la producción apícola contribuya a la economía agraria, al desarrollo rural y al equilibrio ecológico, este sector no esté enmarcado en una Organización Común de Mercado aunque, sin embargo, no ve necesario el establecimiento de una OCM ni tampoco dispone modificaciones que mejoren el actual Reglamento.
La Comisión no plantea criterios ni propone vías que permitan armonizar la aplicación para conseguir un nivel de apoyo lo más equitativo posible entre todos los apicultores europeos. Manuel Izquierdo reclamó en el Parlamento que se facilite y se amplíen los criterios de gasto, así como la extensión de las posibilidades de ayuda a cualquier medida susceptible de mejorar las condiciones de producción y de comercialización de la miel y de los productos de la colmena.
En la óptica de una mejor aplicación de este Reglamento, debe establecerse una financiación del 100 % con fondos del FEOGA-Garantía y al menos de hasta 50 Millones de euros, para garantizar una ejecución homogénea y no generadora de agravios comparativos y de distintos niveles de apoyo (ayudas) entre los apicultores de la Unión Europea.
La situación del mercado que deben afrontar los apicultores europeos no ha sido nunca tan grave y, por tanto, mientras este Reglamento siga invariable o siendo el único instrumento en favor de la apicultura, el sector continuará en precario.
COAG