La decisión sobre la aplicación de la reforma de la PAC a nivel federal se tomará, seguramente, en la Comisión Mediadora de las Cámaras Alta y Baja. Este camino es el que se está perfilando después de haber sido aprobada la Ley sobre la reforma de la PAC el pasado uno de abril en el Parlamento alemán con la mayoría de votos de los partidos socialdemócrata (SPD) y los Verdes (Bündnis 90/Die Grünen), en segunda y tercera lectura. Los representantes de la coalición habían mostrado su disposición a ceder en lo que se refiere, tanto al plazo a fijar para la transformación paulatina de las primas por superficie uniformes a nivel regional, como para la puesta en práctica de la ecocondicionalidad. Sin embargo, parece ser, que la coalición pretende reservarse suficiente margen de negociación para el procedimiento de mediación pendiente, de manera que no se llegaron a efectuar modificaciones sustanciales en el proyecto de Ley. La Ministra de Agricultura mostró su disposición a negociar y aseguró que se pretende “llegar a regulaciones satisfactorias para la producción de leche”.
La Unión (Partidos CDU/CSU) dejó claro a lo largo del debate parlamentario que solo aprobará la citada Ley si se efectúan modificaciones importantes y exigió, entre otras cosas que, hasta finalizar el plazo, la prima láctea debería ser concedida por explotación y que la puesta en práctica de la ecocondicionalidad responda a una relación de uno a uno. Con la propuesta de la Unión, de conceder el 35% de las primas en función de la superficie y el 65% por explotación, se dispondría de un modelo que asegurase al agricultor seguridad de planificación.
Un portavoz del partido liberal (FDP) calificó el modelo combinado de “en principio correcto y necesario”, aunque aún “habría que introducir modificaciones importantes”. La Asociación Alemana de Agricultores (DBV) mostró su decepción sobre el hecho de que aún no se hayan producido cambios sustanciales en el proyecto presentado por el Gobierno y exigió de la Cámara Alta que se dirija a la Comisión Mediadora. La Cámara Alta tratará la Ley en cuestión el próximo día 14 de Mayo.
La Ley sobre la reforma de la PAC, aprobada por el Parlamento federal prevé, como parte esencial, un modelo combinado, la concesión de primas tanto en función de la superficie como por explotación, que en un período de tiempo desembocará en una prima por superficie uniforme a nivel regional. Los pagos de primas serán desacoplados de la producción a partir del 2005. En un período inicial las siguientes primas se concederán por explotación. La prima especial para vacunos machos, la prima para vacas nodrizas, la prima para el sacrificio de terneros, el 50% de la prima para la extensificación, las primas para la carne de ovino y caprino, forraje seco, el 25% de la prima a las patatas para fécula así como la futura prima láctea. Como base, se tomarán los pagos efectuados durante el período de referencia entre los años 2000 y 2002. En el cálculo de la prima regional por praderas y pastizales entrarán, la prima para el sacrificio del vacuno mayor, el importe complementario nacional de vacuno así como el 50% de la prima para la extensificación. Las primas para los cultivos herbáceos y para las semillas así como el 75% de las primas a patatas para fécula entrarán en el cálculo de la prima regional por superficie de cultivos herbáceos. A partir de 2007 se procederá a ir reduciendo, paso a paso, las primas concedidas por explotación para ir convirtiéndolas en derechos de pago regionales por superficie. Este proceso de reducción finalizará en el 2012 desembocando en una prima regional uniforme por superficie.
La Ley prevé una redistribución limitada de los derechos de primas entre los distintos Estados Federados para nivelar, parcialmente, posibles diferencias de primas debidas a los rendimientos históricos. Se pretende asegurar que, como máximo, se redistribuya entre los Estados Federados el 5% del volumen de las primas. Siguiendo lo establecido en la Ley, que regula la transposición de la ecocondicionalidad, se pretende fijar las exigencias básicas para el mantenimiento y conservación de la SAU. Según esto se pretende obligar a los propietarios de explotaciones a emprender las medidas adecuadas para la protección contra los procesos de erosión así como para el mantenimiento y conservación de la materia orgánica en los suelos. Los detalles serán regulados mediante una disposición legal que será acordada con el Ministerio Federal de Medio Ambiente. Los Estados Federados se encargarán de garantizar que se mantenga el volumen de superficie de praderas y pastizales permanentes registrados en el 2003, de manera que la transformación de este tipo de suelo solo será posible como excepción y sólo con autorización especial.
La Ministra volvió a defender una vez más el modelo por superficie, explicando que “éste posibilita más competitividad y más mercado y simultáneamente genera más solidaridad entre los agricultores”. Rechazó el modelo propuesto por la Unión calificándolo de burócrata y no practicable. En relación con la ecocondicionalidad la Ministra le reprochó a la oposición que pretenda “manipular a su favor”. “Nuestro modelo es un instrumento eficaz para controlar el cumplimiento de los estándares mínimos; el agricultor no tiene que temerlo para nada”, dijo la Sra. Künast. “Pretendemos no tocar, a ser posible, las regulaciones que no signifiquen una carga excesiva para los agricultores ni los programas de fomento de los Estados Federados para las zonas especiales”. La Ministra se mostró optimista en lo que se refiere a los estándares necesarios para el medio ambiente y la protección de animales, se encontrará un camino adecuado conjuntamente con los Estados Federados. Con la transferencia del precepto sobre el mantenimiento de las praderas y pastizales a los Estados federados (EEFF) se protegen los programas de praderas y pastizales. La portavoz de política agraria de los Verdes exigió de los EEFF: y del grupo parlamentario de la Unión que “dejen de instrumentalizar la reforma de la PAC para sus querellas internas. Se trata de preparar al sector agrario para la ampliación al Este y para enfrentarse a los resultados de la OMC, de apoyar su orientación hacia el mercado, de posibilitar una producción compatible con el medio ambiente y el bienestar de los animales y de aprovechar todas las posibilidades que ofrece el segundo pilar”.
El segundo Presidente del grupo parlamentario del SPD, calificó el modelo combinado propuesto por el Gobierno federal de “un comienzo correcto”. La coalición está dispuesta a dialogar sobre los detalles pero no “irá por las malas” y animó a decidirse a “dar ahora el paso necesario hacia una agricultura moderna”. También reconoció que con la aplicación del modelo combinado habrá “ vencedores y perdedores”; para mitigar este efecto será necesaria la reserva nacional y que ésta ascienda al importe previsto.
El portavoz del grupo parlamentario CDU/CSU, dejó claro que, en relación con la ecocondicionalidad, la Unión no aceptará, de ninguna manera, un “arreglo de conformidad” y exigió que no se pongan en peligro los programas agroambientales de los EEFF. Con el modelo propuesto por la Unión de conceder el 35% de las ayudas en función de la superficie y el 65% por explotación no se pondrían en peligro las inversiones ya efectuadas. Exigió que se proceda a los análisis necesarios para poder calcular las repercusiones de los distintos modelos en cuestión sobre la competitividad de las explotaciones antes de tomar cualquier decisión. También exigió que habría que reflexionar una vez más sobre la distribución del volumen de ayudas entre los EEFF. Un diputado del CDU advirtió contra la posible pérdida de cuota de mercados y contra la eliminación de puestos de trabajo en el sector agrario y en los correspondientes sectores de suministro y elaboración si, finalmente, se procede a la aplicación del modelo combinado. Tan sólo en el sector de engorde de vacuno se calcula un retroceso de la producción de un 20% y una pérdida de unos 10.000 puestos de trabajo. Las repercusiones de las reducciones de precios en la producción de leche serán aún más graves.
El partido de los liberales (FDP) se mostró a favor del modelo combinado presentado por el Gobierno y animó a acabar de una vez con las querellas entre los partidos en relación con la aplicación de la reforma de la PAC. El objetivo debería ser, según un diputado del FDP, una reforma que fortalezca al agricultor como empresario y que sea aceptada por la sociedad. Ambos puntos podrían conseguirse si se mejora el modelo combinado teniendo sobre todo en cuenta los problemas de los ganaderos de leche y de engorde de vacuno. En lo que se refiere a la ecocondicionalidad se trata sobre todo de “evitar que se meta el Ministro de medio ambiente”, dijo el diputado del FDP.
MAPA