La normativa mejora las condiciones en el sacrificio de los animales y aumenta los requisitos higiénicos en el proceso de despiece, lo que aporta más garantías sanitarias para los consumidores
La aplicación de los reglamentos europeos que regulan los requisitos de los mataderos de poca capacidad fue consensuada por todas las comunidades autónomas y su entrada en vigor representa un aumento de las garantías higiénico-sanitarias en el sacrificio y posterior despiece de los animales.
El director general de Salud Pública, Francisco Falo, ha explicado en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, las acciones llevadas a cabo hasta ahora por el Gobierno de Aragón para cumplir con las disposiciones de la Unión Europea, que fueron publicadas en junio de 2004 y entraron en vigor el pasado 1 de enero.
Francisco Falo ha recordado que, tras la publicación de los reglamentos, fue Aragón la que a principios de 2005 propuso a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) un pronunciamiento sobre la aplicación de estas normas en nuestro país, que dio lugar a un acuerdo unánime de todas las comunidades autónomas sobre la interpretación de las mismas.
La normativa europea ha establecido una única categoría de este tipo de establecimientos autorizados para el comercio intracomunitario de carnes. Los requisitos que establece son generales como la separación de las salas de sacrificio y despiece, disponer de agua caliente y fría, gestión de subproductos, y otros más específicos como el respeto del bienestar animal, la separación en el espacio y el tiempo de determinadas operaciones de manipulación de los animales y sus canales, implantación del sistema de procesos, separación de circuitos sucio y limpio, eliminación de residuos, sistemas de frío, etc.
En junio de 2005 la Dirección General de Salud Pública informó a los titulares de estos establecimientos de la entrada en vigor de la normativa, de su contenido y de las acciones que se iban a llevar a cabo, y se mantuvieron múltiples reuniones informativas con los gremios de carniceros. Ese mismo mes se efectuó una inspección de todos los mataderos y se indicaron las deficiencias que presentaban con arreglo a las nuevas disposiciones europeas. No obstante, hasta prácticamente la entrada en vigor de los reglamentos, el 1 de enero de 2006, no hubo respuesta a los requerimientos de Salud Pública.
En enero permanecían abiertos en Aragón 125 mataderos de poca capacidad, que venían sacrificando anualmente unas 195.500 cabezas de ganado (907 de bovino, 9.982 de porcino y 184.621 de ovino y caprino), lo que representaba poco más del 4% de la producción de los mataderos aragoneses hasta ese momento.
No obstante, según ha informado Francisco Falo, se decidió aplicar la normativa de manera flexible para aquellos titulares de los establecimientos que presentaran “un compromiso serio de adaptación de estas instalaciones”, habilitando para ello un plazo suficiente de tiempo y comunicando con antelación las iniciativas que tenía pensado aplicar la Administración sanitaria. Como consecuencia, 53 mataderos de pequeña capacidad presentaron la documentación requerida para acogerse a esta medida provisional (25 de Huesca, 11 de Teruel y 17 de Zaragoza), y en los 72 casos restantes se procedió al cierre definitivo de las instalaciones.
El director general de Salud Pública ha recordado que el plazo provisional para la adaptación concluye el mes de junio próximo, y que se cerrarán las instalaciones que no cumplan con su compromiso de adaptación. En estos momentos hay abiertos 74 mataderos en la comunidad autónoma, 31 en la provincia de Huesca, 20 en Teruel y 23 en Zaragoza.
Gob de Aragón