Apoyo a la producción de carne de vacuno ante el riesgo de penuria mundial de proteínas animales

1. El mundo se dirige lenta pero inexorablemente hacia una situación de penuria de proteínas animales como consecuencia de los siguientes factores:

  • Aumento de la demanda mundial como consecuencia de la expansión demográfica y del crecimiento económico;
  • Agotamiento de los stocks de productos pesqueros y limites máximos de crecimiento de la acuicultura;
  • Disminución de las superficies agrícolas y competencia creciente por el factor tierra para usos no alimentarios;
  • Cambio climático y multiplicación de fenómenos extremos (sequía, inundaciones, huracanes, etc.).

Frente a esta situación, todos los países del mundo tienen el derecho y la obligación de adoptar rápidamente estrategias que contrarresten la tendencia actual, así como garantizar a sus ciudadanos la disponibilidad de proteínas animales.

2. La Comisión Europea debe explicar claramente a los integrantes de los diferentes sectores productivos implicados, así como a los ciudadanos, cómo pretende afrontar los próximos desafíos manteniendo el respeto, al mismo tiempo, a los dos principios básicos previstos en los tratados de la Unión Europea: soberanía alimentaria -mediante un alto porcentaje de auto-abastecimiento-, y seguridad alimentaria.

3. Para poder alcanzar estos objetivos, es indispensable que la UE se dote de una verdadera política agraria común que reconozca la especificidad de las actividades de producción ganadera. Son necesarias medidas e instrumentos especiales para responder de forma eficaz y rápida a los retos y problemas específicos del sector, diferentes de los que presentan en la agricultura. Es urgente e indispensable evitar la reducción de la producción de carne de vacuno europea, especialmente si se tiene en cuenta los largos ciclos de producción y sus elevadas exigencias técnicas. Cuando se cierra una explotación ganadera, el abandono de la actividad es definitivo.

4. En un contexto mundial absolutamente distinto del que prevalecía cuando se planteó
La Ronda de Doha, la UE debe adoptar inevitablemente una estrategia nueva y firme para las negociaciones internacionales, en particular las que se desarrollen en el seno de la Organización Mundial de Comercio. Debe exigir a sus países proveedores la aplicación de las mismas normas que se imponen a los productores de la UE y debe rechazar una bajada de los derechos de aduana, dado que en caso contrario habría consecuencias dramáticas a nivel de las rentas y la actividad de los productores europeos.

5. El sector vacuno de carne europeo está dispuesto a asumir los nuevos desafíos pero precisa un compromiso político que le asegure una estabilidad indispensable.

ASOPROVAC

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