Suecia y Austria acaban de unir sus voces a las de Alemania y Reino Unido en apoyo del llamamiento de la Comisión Europea a una reforma drástica de la PPC. En una declaración escrita conjunta con WWF/Adena, los ministros suecos Margareta Winberg y Kjell Larsson (Ministros de Pesca y Medio Ambiente, respectivamente) dijeron: «Cierto número de stocks pesqueros comunitarios se encuentran en difícil situación. Suecia estará en primera línea para apoyar una política pesquera reformada basada en el principio de precaución y en una aproximación ecosistémica. Si se disminuye la presión pesquera (capacidad de la flota), se termina gradualmente con las subvenciones destructivas y se aplican planes de gestión con base científica, será posible usar los recursos pesqueros en Europa y los países en desarrollo de modo sostenible, a la vez que se preserva la diversidad biológica».
Wilhelm Molterer, Ministro Austriaco de Agricultura y Medio Ambiente (responsable de pesca), dijo en una declaración con WWF/Adena: «La sostenibilidad es un principio de la vida y es también un principio de supervivencia con dimensión ecológica y social. Ni que decir tiene que esto es aplicable a la política pesquera y a nuestros océanos como base de vida. Por ello, apoyamos la aproximación sostenible que implica la reforma de la política pesquera común de la Unión Europea. Constituye este un objetivo principal promovido decididamente por Austria».
Uniendose a la ola de apoyos a la reforma pesquera, el Parlamento Europeo votó en enero su respuesta al Libro Verde, aseverando que la conservación de los recursos pesqueros y el desarrollo sostenible deben gobernar la PPC y que el «principio de precaución» debe situarse en el primer plano de la PPC.
Julie Cator, Coordinadora Europea de Pesquerías de WWF/Adena, dijo: «Cada vez mayor número de países están pidiendo que la Unión Europea aplique una visión rigurosa y de largas miras en su política pesquera. Los estados miembro manifiestan cada vez una mayor voluntad de parar la sobrepesca y de poner en funcionamiento políticas que afronten el exceso de capacidad de la flota europea. Crece la asunción de que la actual política pesquera es un sinsentido ecológico, económico y social. Otros estados miembro se unirán a Alemania, Reino Unido, Suecia y Austria para reclamar cambios fundamentales de la PPC».
WWF/Adena calcula que la PPC le cuesta a la UE unos 1.400 millones de Euros anuales en subvenciones. El resultado es una flota sobredimensionada, capaz de desarrollar un esfuerzo pesquero un 40% mayor del que los actuales stocks pesqueros pueden soportar. Demasiados barcos persiguen pescados demasiado escasos, causando daños muy serios a los ecosistemas marinos. La flota europea pesca cada vez más lejos, entrando a veces en competencia con comunidades pesqueras de los países menos desarrollados.
WWF