El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un Acuerdo por el que se toma razón de la declaración de emergencia adoptada para la adquisición de reactivos de diagnóstico y vacunas necesarias en la lucha frente a la lengua azul, por importe, en esta ocasión de 300.000 euros.
En este sentido es prioritario continuar la campaña de vacunación emprendida en años anteriores, con el fin de mantener y reforzar el estado inmunitario de los animales frente al serotipo 1 de la lengua azul, la primovacunación y revacunación de los animales jóvenes de reposición, estableciendo, por otro lado, un sistema excepcional de vacunación frente al serotipo 8 basado en la adquisición y aplicación de una vacuna de emergencia, así como disponer de suficiente reactivos de diagnóstico para el desarrollo de los programas de vigilancia y seguimiento frente al virus de la lengua azul.
Las sucesivas campañas de vacunación establecidas frente al serotipo 1 han conseguido disminuir drásticamente su circulación, pasando de 3.007 focos contabilizados en 2008 a 63 focos en 2010 y con un descenso muy significativo, tanto en la morbilidad como en la mortalidad de los animales afectados por el virus.
Con este acuerdo aprobado en Consejo de Ministros se podrá continuar la campaña de vacunación emprendida en años anteriores con el fin de mantener y reforzar el estado inmunitario de los animales frente a los serotipos 1 y 8 del virus de la Lengua azul y la primovacunación de los animales jóvenes de reposición.
La utilización de vacunas se ha demostrado como el arma más eficaz en el control y lucha contra esta enfermedad, tanto por permitir el movimiento de los animales sensibles con las adecuadas garantías sanitarias que eviten la propagación del virus, como por evitar los síntomas clínicos y por lo tanto las graves pérdidas económicas directas que produce la enfermedad.
La lengua azul es una enfermedad de etiología vírica producida por un virus y transmitida por un determinado tipo de mosquitos que afecta fundamentalmente a las cabañas ganaderas de ovino y bovino. La transmisión de esta enfermedad por medio de mosquitos dificulta en gran medida el control de la misma, así como la previsión de su futura diseminación territorial dentro de la cabaña ganadera.
MARM