El Consejo de Gobierno aprobó ayer el nuevo marco de ayudas para la modernización, transformación y consolidación de los regadíos andaluces. Respecto a la anterior regulación de 1995, este decreto incrementa el apoyo público desde el 40% al 60% de las inversiones de los regantes con carácter general y rebaja de 15 a 10 años la antigüedad mínima exigida a proyectos de modernización. Además, incorpora nuevas líneas de financiación para transformación de secano a regadío en zonas de especial interés socioeconómico y para programas de mejora de gestión y de reutilización de aguas residuales depuradas o desalinizadas.
Las subvenciones, que cubren entre un 50% y un 60% de la inversión total depen-diendo del tipo de proyecto, van dirigidas tanto a comunidades de regantes como a usuarios y otras organizaciones de gestión colectiva del agua de riego. En el caso de instalación de instrumentos de medición y control de consumo, se mantiene la financiación de hasta el 75% del coste total.
En la selección de los proyectos subvencionables, se valorará especialmente la eficiencia en el uso y control de los recursos hídricos, la mejora de la calidad del agua, el ahorro energético y la reducción de las pérdidas de agua en las redes de transporte y distribución.
El nuevo régimen de ayudas, que tiene carácter retroactivo para las solicitudes presentadas este año y pendientes de resolución, propiciará unas inversiones públicas y privadas superiores a los 50.000 millones de pesetas hasta el año 2006. De esta cantidad, 26.697 millones corresponderán a las ayudas públicas, cofinanciadas en un 60% por la Unión Europea y en un 40% por la Consejería de Agricultura y Pesca. De este modo se refuerza el Plan Andaluz de Regadíos que la Junta viene desarrollando desde 1996 con el horizonte del año 2005.
Inversiones
En los últimos cinco años este plan ha permitido la puesta en riego de 15.925 hectáreas, con una inversión de 13.457 millones de pesetas; la modernización de 152.161 hectáreas de regadíos (11.809 millones), y la consolidación de otras 11.000 hectáreas en el marco del Plan Litoral. Esta última iniciativa, única en España, tiene como objetivo el aprovechamiento para usos agrícolas de las aguas residuales que se depuran en las pobla-ciones del litoral.
El regadío representa el 19% de la superficie cultivada en Andalucía (816.000 hectáreas), aunque aporta más del 53% de la producción agraria y el 55% del empleo en el sector. Este tipo de agricultura destaca tanto por su rentabilidad económica como por su papel en la instalación de industrias agroalimentarias, en la articulación social y territorial y en la diversificación de la economía rural.
Junta de Andalucía