ARAG-ASAJA reclama ‘rebajas fiscales y gasóleo profesional para compensar la subida de precio’

Nota de ARAG-ASAJA

El encarecimiento del precio del crudo supone para el sector agrario un incremento de costes superior a los 300 millones de euros y, si el Gobierno no lo remedia, nos enfrentaremos a una situación aún más grave que la padecida hace cuatro años con una crisis de precios similar.

Ante tal coyuntura, ARAG-ASAJA demanda una rebaja fiscal en el IRPF y en el impuesto de bienes inmuebles. En el impuesto sobre la renta, pedimos una bajada de los índices de rendimiento neto en el régimen de estimación objetiva de módulos y el incremento del porcentaje de reducción de gastos por difícil justificación del 5 al 15% en el régimen de estimación directa. Con respecto al IBI, solicitamos su condonación.

Además de rebajas en los impuestos directos, proponemos la reducción del IVA del 16% al 7% (y en el caso del IVA compensatorio del régimen especial, subir la compensación del 8 al 10%) y la exención del impuesto especial de hidrocarburos o, en caso de no poder aplicarse, una rebaja del mismo.

Estas medidas deben completarse, a nuestro juicio, con la rebaja en tres puntos de las cuotas a la Seguridad Social, lo que supondría un ahorro para el sector de 120 millones de euros, y con la implantación de un gasóleo profesional con precio establecido para el sector agrario.

El precio del litro de gasóleo agrícola está compuesto por dos impuestos: el IVA, a un tipo del 16%, y el impuesto especial de hidrocarburos, en este momento de 0,079 euros por litro. Si bien estas tasas están dentro de la llamada armonización fiscal de la UE, el Estado español, al igual que ha hecho Francia, puede aplicar una reducción del impuesto especial de hidrocarburos. Y también como otros países de la UE, como el caso de Portugal, tiene mecanismos para garantizar un precio determinado del gasóleo profesional, que, en caso de sobrepasarse, sea asumido por el propio Gobierno.

Aunque, hoy por hoy, los precios del combustible no superan los de la crisis del año 2000, cuando llegamos a pagar 83 pesetas por litro, todos los indicadores económicos alertan de que, si no se adoptan urgentemente medidas que contrarresten las contínuas subidas de los carburantes, se registrará una subida histórica en otoño.

Las perspectivas en este sentido no son nada favorables, pues no hay indicios de descensos inminentes en los precios internacionales del petróleo, mientras que en los próximos meses se incrementará considerablemente el consumo de gasóleo agrícola en las tareas agrícolas.

En el año 2000, las pérdidas acumuladas en el sector agrícola como consecuencia del alza del carburante agrícola ascendieron a más de 670 millones de euros y, desde junio de 2003 hasta mayo del presente año, el incremento de costes acumulado supera los 300 millones de euros.

El sector agrario consume anualmente unos 3.500 millones de litros de gasóleo B con una factura de 390 millones de euros. Esta cantidad absorbe el 47% de los gastos totales de energía y lubricantes.

El alza del precio del petróleo no solo se está traduciendo en un mayor precio del gasóleo agrícola sino también en una subida de los precios de plásticos, fertilizantes o infraestructuras de riego. A diferencia de otros sectores, el productor agrario no puede repercutir este aumento de costes en el precio final del producto, con lo que se produce una merma en la renta de agricultores y ganaderos.

Evolución de los precios del gasóleo agrícola o B:

-Junio 2003. 0,366 euros/litro

-Julio 2003: 0,374 euros/litro

-Agosto 2003: 0,389 euros/litro

-Septiembre 2003: 0,390 euros/litro

-Octubre 2003: 0,394 euros/litro

-Noviembre 2003: 0,399 euros/litro

-Diciembre 2003: 0,404 euros/litro

-Enero 2004: 0,406 euros/litro

-Febrero 2004: 0,392 euros/litro

-Marzo 2004: 0,411 euros/litro

-Abril 2004: 0,430 euros/litro

-Mayo 2004: 0,445 euros/litro

ASAJA

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