El Ayuntamiento de Épila ha puesto en marcha un nuevo abastecimiento de agua para la localidad que procede del Polígono Industrial El Sabinar, así como una nueva red de vertidos del propio polígono, ligada a la red municipal. La inversión total de este proyecto, cuyo sondeo ha corrido a cargo de la Diputación de Zaragoza, asciende a 1,7 millones de euros.
El alcalde, Martín Llanas, explica que Épila cuenta desde 1981 con un aforo de 30 litros por segundo, que lo eleva desde el manantial de la Fuente Oscura y de la Salud y de un sondeo de apoyo que se realizó hace tiempo, lo que resulta escaso en la actualidad. Igualmente, el municipio contaba con un depósito de agua de 1,5 millones de litros. Con la nueva obra, incorporada a la red, se aporta otro depósito de igual capacidad que el ya existente; un pozo que bombea 45 litros por segundo y la traída de aguas aportará al depósito del pueblo 150.000 litros por hora, lo que hará que en diez horas pueda llenarse el depósito. Otra mejora apuntada por Llanas es que “a partir de ahora habrá dos acometidas de agua para la villa, de modo que si la fuente originaria se secara o presentara algún problema de suministro, contaremos con otra”.
Patrimonio industrial
Al acto de inauguración asistió el presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán, que también presentó el libro Patrimonio industrial en la provincia de Zaragoza: Valdejalón, trabajo coordinado por Pilar Biel y Francisco Jiménez Zorzo y editado por la DPZ y su Institución “Fernando el Católico”, con el apoyo de la Confederación de Empresarios de Zaragoza (CEZ).
La obra da conocer la abundante y variada serie de vestigios materiales que han dejado, en el transcurso aproximado de los siglos XIX y XX, las actividades productivas en la comarca de Valdejalón. Y ello con la finalidad de transmitir y subrayar el valor que el respeto y estudio de dichos restos tienen de cara a permitir el mejor conocimiento de una época en la que se han originado buena parte de los rasgos que definen la sociedad contemporánea.
Los autores destacan la necesaria implicación de los habitantes de Valdejalón como garantía de la conservación y revalorización del patrimonio industrial de su propia comarca. De dicha implicación destacan un rasgo positivo y otro negativo: el primero, el museo dedicado a la industria del aceite, en la localidad de La Muela; el segundo, la pérdida de una pieza tan valiosa del patrimonio industrial como es la azucarera de Épila, -que fue llamada la “Catedral del Jalón”-, una azucarera “independiente”, admirada por ser la de mayor producción de toda España y con un excelente equipamiento de edificios y de maquinaria, de la que sólo se conservan sus chimeneas.
Los barrios obreros de esta azucarera, sus viviendas para técnicos y personal directivo, sus enormes bloques de edificios de producción de azúcar, de alcoholes y de ácido glutámico, sus silos de remolacha, almacenes, central de energía, chimeneas y sus conexiones ferroviarias, entre otros elementos, hacían de ella una auténtica “ciudad industrial”, una pieza de primera magnitud de la historia de las azucareras de ámbito tanto regional como nacional.
En ese sentido, la revalorización del patrimonio industrial que intenta esta obra tiene en Valdejalón un enclave geográfico de gran interés dada la variedad y cantidad de elementos industriales conservados. El agua, las obras de acequias y azudes, los ingenios hidráulicos mecánicos (norias y rodetes), las industrias agropecuarias como molineros harineros, bodegas, almazaras, unidas a la industria azucarera, la minería del cobre y las industrias de materiales para la construcción (cantería, yeso, cemento y ladrillos), entre otras, junto a los servicios urbanos (mataderos, lavaderos y fuentes) o bien las tan extendidas actividades del comercio, el ocio o los medios de transporte y comunicación, constituyen un abundante patrimonio que merece la pena ser conservado y estudiado, pues según los autores, se va a encontrar una historia vinculada, no sólo a la evolución de la ciencia y de la técnica, sino que además nos hablará de los enormes esfuerzos de adaptación de las generaciones protagonistas de dicha época.
Diversos equipos llevan recopilando desde 1999 en una serie de fichas los restos materiales de la industria, y están en proceso de constituir un amplio catálogo de patrimonio industrial de toda la provincia de Zaragoza. Tras el estudio del patrimonio industrial de las Cinco Villas, se presenta ahora esta obra dedicada a Valdejalón, con una serie de textos sobre la historia económica, industrial y técnica de la comarca, acompañada por la selección de una serie de fichas significativas, un mapa que localiza las tipologías industriales en cada municipio y una serie de listados orientativos de los restos industriales de la comarca.
Javier Lambán señaló que de la gran riqueza de restos de la época industrial de la comarca resaltan los enclaves hidráulicos, cuyo valor se potencia de cara a la próxima celebración de la Expo 2008, si con ello se brinda una oportunidad para su conservación y puesta en valor
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