La consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, afirmó el pasado domingo que los resultados obtenidos en la temporada de caza 2003-2004 constatan, en términos generales, la “buena salud” de la que goza la actividad cinegética en Castilla-La Mancha.
Arévalo resaltó la importancia de la caza en nuestra comunidad autónoma, ya que, además de su carácter lúdico y deportivo, supone una importante fuente de generación de riqueza y empleo, sobre todo, en zonas rurales tradicionalmente consideradas como deprimidas.
La consejera de Medio Ambiente recordó que el Gobierno castellano-manchego apuesta por una gestión sostenible de la caza, y fomenta un ordenado aprovechamiento de los recursos cinegéticos de forma compatible con la conservación de la naturaleza.
La titular de Medio Ambiente señaló que la temporada 2003-2004 en el ámbito regional ha sido similar a la anterior, con un incremento en las capturas de las especies de caza mayor, que, dependiendo de cada provincia, ha sido mayor o menor.
En cuanto a la caza menor, la consejera indicó que se han obtenido unos resultados parecidos a la anterior, aunque en algunas provincias, caso de Ciudad Real o Guadalajara, se ha reducido el número de capturas en determinadas especies.
Por provincias, en Guadalajara, la temporada cinegética pasada puede considerarse en líneas generales similar a la anterior, con un incremento de capturas para las especies predominantes de caza mayor, como el corzo, jabalí, ciervo y gamo.
Respecto a las especies de caza menor más significativas, como la perdiz, conejo y liebre, fue parecida a la de 2002/03, mientras que el número de capturas de la codorniz y tórtola para la media veda fue sensiblemente inferior a temporadas pasadas.
En Cuenca, en lo que a la caza mayor se refiere, se han estabilizado las capturas de jabalí, y prosigue la ocupación de nuevos terrenos por especies ya características de nuestra cabaña cinegética, como el ciervo, gamo y muflón.
Asimismo, se han producido aceptables capturas en lo que a la perdiz roja se refiere, y los conejos y liebres se han mantenido en un nivel de capturas similar al de las últimas temporadas.
Respecto al zorzal, su caza se ha visto dificultada por la abundancia de lluvias en otoño y la ausencia de heladas, lo que ha condicionado su entrada desde el norte de Europa, dando lugar a una pobre campaña, tal y como ya sucedió en la temporada anterior.
En Albacete, la situación ha sido satisfactoria en líneas generales. En caza menor, la perdiz, especie reina, ha respondido a las expectativas favorables que se planteaban al principio de la temporada, y en cuanto a la liebre se ha apreciado un ligero aumento en casi toda la provincia.
En caza mayor, el jabalí y la cabra montés van en aumento, y el venado, especie menos significativa en la provincia de Albacete, ha ofrecido también en algunas zonas resultados satisfactorios.
En Toledo, los resultados de la temporada cinegética han sido también positivos. La temporada ha seguido manteniendo la misma tónica de esta provincia, con leves incrementos o descensos según las especies pero manteniendo el número de capturas tanto en caza mayor como en caza menor.
En Ciudad Real, la actividad cinegética en general, lejos de disminuir, se mantiene e incluso se incrementa en algunas modalidades, como es el caso de las cacerías de perdiz en la modalidad de ojeo. En caza menor, se registró la negativa influencia que sobre las poblaciones de especies ha tenido las altas y continuadas temperaturas que han sufrido durante el pasado verano.
Así, aunque la primavera fue buena y generosa en precipitaciones, y la cría de las especies de caza encontró un ambiente favorable, las anormalmente altas temperaturas que siguieron durante casi todo el estío, causaron numerosas bajas en las crías
JCCM