Arévalo: ‘Las ayudas agroambientales contribuyen al desarrollo de las zonas rurales de C-LM’

La consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, afirmó que las ayudas destinadas a fomentar las prácticas agroambientales en las áreas protegidas de Castilla-La Mancha colaboran en la fijación de la población y aumento de la renta, contribuyendo, por tanto, al mantenimiento y desarrollo de distintas zonas rurales de la comunidad autónoma.

Arévalo manifestó que el Gobierno castellano-manchego, en sintonía con la política de la Unión Europea, considera necesario respaldar la adopción de determinadas prácticas agroambientales que permitan mejorar el estado de conservación de los recursos naturales existentes en la región, o bien restaurar los que se encuentren algo degradados.

De ahí, dijo, la convocatoria que se ha realizado, y que aún sigue abierta, de un nuevo régimen de ayudas para la adopción de prácticas agroambientales en el ámbito de influencia de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, que incluye los espacios naturales protegidos y los lugares incluidos en la Red Natura 2000.

La titular de Medio Ambiente resaltó que los profesionales agrarios y ganaderos de Castilla-La Mancha son cada vez más sensibles a la adopción de de técnicas de mejora de sus explotaciones que suponen un notable beneficio en el entorno que les rodea.

En este sentido, Arévalo recalcó que todas estas mejoras tienen una doble recompensa. Por un lado, propician una mejor conservación del principal recurso del que obtienen su renta diaria, el campo, y, por otro, favorecen una mayor comercialización de sus productos agrarios.

“Tampoco podemos obviar que estos temas son especialmente sensibles para las autoridades ambientales de la Unión Europea y son y van a ser elementos decisorios en la política agraria común”, indicó la consejera, quien animó a los agricultores y ganaderos de la región a que soliciten estas nuevas ayudas y opten por este tipo de prácticas.

Las ayudas se destinarán a prácticas como los sistemas de extensificación para la protección de la flora y la fauna; el barbecho semillado con leguminosas; y la retirada de tierras de la producción para la creación de espacios reservados para la fauna y la flora y conservación de la biodiversidad, explicó.

También se primará la sobresiembra del cereal; el mantenimiento y conservación de cercas y muretes tradicionales, antiguos caminos agrícolas y pasos de ganado; y la reducción de la cabaña ganadera bovina, ovina y caprina por unidad de superficie forrajera.

Pueden solicitar estas ayudas los titulares de explotaciones cuya superficie se encuentre ubicada dentro de la Red Regional de Áreas Protegidas y su ámbito de influencia y que se comprometan durante un período de cinco años a cumplir los distintos requisitos agroambientales que marca la Orden, concluyó Arévalo

JCCM

Deja una respuesta