El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias, se reunió la pasada semana con representantes de las organizaciones agrarias (OPAs) ASAJA, UPA y COAG, así como de la Confederación de Cooperativas CCAE, para analizar los efectos que la ola de calor ha causado en el campo y en la ganadería, así como los daños ocasionados por los incendios forestales y el impacto del pedrisco en algunas regiones españolas.
El acuerdo básico al que se ha llegado en esta reunión, es la realización de una evaluación de los daños ocasionados, de la que se haría cargo la Oficina Permanente para situaciones de sequía, que está establecida en el MAPA, junto con las Comunidades Autónomas y las Organizaciones Profesionales Agrarias.
Igualmente se ha acordado territorializar al máximo el impacto de la ola de calor y los riesgos climáticos para, según declaró Arias Cañete «arbitrar medidas que ayuden a los agricultores de aquellas comarcas que se hayan visto efectivamente perjudicadas, y no poner en marcha medidas de carácter general, que beneficien a agricultores que no hayan sufrido los mismos daños, ya que, tal como las propias OPAs nos han manifestado, la incidencia de la reducción de producciones es muy desigual dentro de las mismas Comunidades Autónomas. No se puede, por tanto, hablar de cifras genéricas, y lo que habrá que hacer un análisis territorial muy ponderado».
De acuerdo con la información provisional con la que cuenta el MAPA en el marco de las producciones aseguradas por los Seguros integrales de rendimientos, la situación de la cosecha está en la media de los años anteriores, próxima a los 20 millones de toneladas, estimándose en el caso del sector vitivinícola, una producción de entre 39 y 40 millones de hectolitros.
Según ha destacado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación » Los daños se han producido principalmente en aquellas explotaciones que se han visto afectadas por los incendios forestales, pero hay sectores que se han visto muy perjudicados como la apicultura, los cítricos, o las frutas y hortalizas, donde los seguros no cubren determinados riesgos climáticos, siendo voluntad del Gobierno, el actuar en aquellos daños producidos en sectores que no estén cubiertos por seguros agrarios».
Con objeto de ir realizando unas evaluaciones más precisas, se han previsto también reuniones semanales con las Comunidades Autónomas, de las que aún no se han recibido informes, según señaló Arias Cañete «Hasta el momento ninguna Comunidad Autónoma ha enviado una evaluación de daños al MAPA, ni ha solicitado la declaración de zona catastrófica, o la puesta en marcha de un Decreto de medidas excepcionales, salvo la Junta de Andalucía, que ha pedido una reunión pero sin evaluar ningún tipo de daño. Se puede decir que estamos en una etapa inicial, y vamos a seguir manteniendo contactos para determinar con toda precisión cuales son las reducciones de producción, que sectores son los más afectados, y que medidas habrá que poner en marcha».
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