En su comparecencia ante la Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados, el ministro de agricultura, Miguel Arias Cañete ha destacado la importancia que, para el sector agrario español, tiene la reforma de las Organizaciones Comunes de Mercados (OCMS) pendientes y ha defendido el impulso económico que supondrán estas ayudas para los productores.
Reforma de la OCM del aceite de oliva
Dentro de su exposición sobre la posición del gobierno ante la reforma definitiva de la OCM del aceite de oliva, el ministro ha afirmado que la reforma de 1998 ha resultado muy satisfactoria para el sector oleícola español, asegurando un nivel de renta a los productores nacionales de 167 mil millones de pesetas y en las dos primeras campañas de aplicación ha supuesto unos mayores ingresos por ayudas en relación con la OCM anterior.
Los productores españoles percibirán 97.264 millones de pesetas más, con la actual OCM, que si hubiera estado vigente la anterior. Esta cifra queda desglosada así: en la campaña 1998/99, con una producción de 791.900 toneladas de aceite virgen, se han recibido 170.335 millones de pesetas, es decir 29.151 millones de pesetas más; en la campaña 1999/00, con una producción de 669.100 toneladas de aceite virgen, 164.374 millones de pesetas, es decir, 55.026 millones de pesetas más.
Por lo que se refiere a la actual campaña, el Comité de Gestión de Materias Grasas de la Unión Europea, fijó una producción estimada de 971.400 toneladas de aceite virgen, lo que supondrá, de confirmarse esta situación, una ayuda de 170.425 millones de pesetas, unos 13.087 millones de pesetas más que en la anterior OCM, de las cuales se podrá empezar a cobrar un anticipo de 138,7 pesetas/kilogramo a partir del 16 de octubre de 2001.
Otra de las modificaciones aprobadas, ha confirmado el ministro, hace referencia a la elaboración de un código de buenas prácticas de cultivo olivarero y de extracción y la modificación del Reglamento de análisis para su adaptación a las nuevas definiciones de aceite.
Por lo que respecta al etiquetado, España y los demás países productores seguirán prohibiendo la fabricación de mezclas de aceite de oliva con otros aceites vegetales para el mercado interior, puntualizando que en los países en que están autorizadas, la etiqueta no deberá confundir sobre su composición, acordándose la prohibición del uso de menciones engañosas de calidad, además de regular la indicación del origen, el país de recogida de la cosecha y el país de producción.
Para la reforma definitiva, concluyó Arias Cañete, se deberá esperar a que la Comisión Europea disponga de información sobre el número de olivos, superficie y rendimiento, es decir del potencial productivo de los Estados miembros.
Reforma de la OCM de carnes de ovino y caprino
En su intervención sobre la propuesta de modificación de la OCM de carnes de ovino y caprino, Arias Cañete ha manifestado que desde un punto de vista global, merece una opinión positiva por la simplificación normativa que conlleva, así como la supresión de la actual prima variable por una fija. En particular se ha referido a la ayuda de 21 euros por oveja, destacando que resulta insuficiente para España y no se ajusta a la evolución de la prima variable de los últimos años, por lo que considera que el Consejo, al disponer de margen financiero suficiente para afrontar un importe superior, debe hacer un esfuerzo para elevarlo hasta 25 euros, según se recoge en el proyecto de informe del Parlamento Europeo sobre la reforma de esta OCM.
Conviene recordar, puntualizó Arias Cañete, que los ganaderos de ovino y caprino, son uno de los sectores más desfavorecidos en términos de ingresos y se asientan en zonas donde no existe otra alternativa a la ganadería ovina y caprina.
Reforma del arroz
Al referirse a la OCM del arroz, el ministro de agricultura ha puntualizado que al no haber sido objeto de reforma en la Agenda 2000, sigue en vigor la OCM aprobada en diciembre de 1995. Siguiendo con su exposición, ha recordado que en junio de 2000, la Comisión Europea aprobó una propuesta de reforma basada en la eliminación de la intervención e integrando el arroz en el régimen de los cultivos herbáceos, con lo que aumentaría ligeramente la actual ayuda compensatoria, pero utilizando una superficie de base de arroz incompatible con la de maíz de regadío y aplicando la retirada de tierras obligatoria, condiciones muy negativas para los países productores, excepto la penalización por rebasamiento, que sería proporcional en lugar de progresiva como sucede actualmente.
Por este motivo, el Gobierno español cree necesario abordar una reforma basada en el mantenimiento de la intervención, para disponer de una red mínima de seguridad a la producción; reducción del precio de intervención, para poder exportar sin restituciones y evitar así el recurso a la intervención; compensación de esta reducción mediante la actual ayuda a los cultivos herbáceos y una ayuda específica coherente con la reducción del precio de intervención y por último la integración del arroz en el régimen de los cultivos herbáceos, con una superficie de base específica para el arroz compatible con la de maíz y sin retirada obligatoria de cultivo, concluyó el ministro.
MAPA